En 1960, Alfred Hitchcock levantó el escándalo entre las conservadoras audiencias norteamericanas con “Psicosis”, película considerada por muchos como la madre de toda película slasher, al menos para Hollywood. Su éxito y popularidad serían el ejemplo para la creación de otras películas del mismo género que se convertirían en franquicia, como “Masacre en Texas”, “Halloween”, “Pesadilla en la Calle del Infierno” y, por supuesto “Viernes 13”.
Ciertamente se puede decir que cada una de estas películas aportó algo con el que se identificaría al genero slasher : “Masacre en Texas” aportó la idea de hacer de esto una franquicia, “Halloween” agregó la historia de fondo, “Pesadilla en la Calle del Infierno” agregó que puedes morir incluso en los sueños, y “Viernes 13” aporta ver las muertes desde el punto de vista del asesino. Todas estas películas, con el paso del tiempo, se ganaron el mote entre los fans de sus franquicias o del género.

Pero cuando me pongo a analizar de una manera fría, “Viernes 13” es la única película del género que se ha ganado el mote de clásico sin tenerlo del todo bien merecido. Los fans mas fuertes quizás aprecien esta película, pero a mi gusto es de todas las entregas mencionadas la más débil. Todo su aporte del punto de vista del villano no es más que la extensión de la secuencia inicial de “Halloween”, con un giro un tanto pésimo. Hay tantas cosas tan malas en esta película que es difícil empezar.
Quizá el problema más grave viene en las actuaciones: muchos de estos eran jóvenes buscando fama y obviamente elegirían cualquier película para empezar, pero las actuaciones que ofrecen son para lamentar. Se sienten tan falsas, tan poco naturales que podrían enfurecer a más de uno. Kevin Bacon, en uno de sus primeros trabajos como actor, esta increíblemente mal y tira a decir los peores diálogos del filme.

Uno creería que la presencia de Betsy Palmer como Pamela Voorhees agregaría algo de calidad al asunto, pero lo cierto es que Betsy actúa incluso peor que los principiantes. Sus momentos como una mujer trastornada son lamentables y resulta poco creíble como la asesina en turno.
Si las actuaciones son malas, el otro problema de la película es que los personajes son pobres. Nunca llegas a tener simpatía por ninguno de ellos, al grado de que hasta te alegras de verlos morir. Quizás dándole crédito a la película, los estereotipos de personajes que interpretan los actores se convertirían en algo común dentro del género; pero mientras en otras entregas notas cierto esfuerzo de los actores por destacar, aquí ni siquiera eso.
La historia también tiene un montón de incoherencias que la hace ver mal: ¿cómo es posible que la asesina tenga muy buenas formas ante las víctimas, y con la última tenga tantos problemas? Tantos años existiendo ese campamento y sus problemas, ¿y nadie se ha parado a investigar que sucede? ¿Como es posible que el campamento siga sin terminarse y tienen tan poca gente trabajando con ellos?

La pelea final entre la última sobreviviente y la asesina es el colmo de los ridículos. Al final uno se pregunta como la señora Voorhees, siendo como es, mato a los otros chavos. Betsy Palmer transmite pocas emociones al momento de pelear y, francamente, nunca llega algún momento donde en verdad me sentir tener cuidado.
Supongo que puedo mencionar algunos elementos destacables a favor, como los efectos especiales, algo avanzados para su tiempo; si, hoy lucen anticuados, pero ayudaron a crear cierto temor en su momento. Las muertes Bacon y su novia son algo memorables. Y la música no está mal, aunque por momentos pareciera copiarle a “Psicosis” e incluso a “Tiburón”. Y el final, podríamos decir que es memorable, pero carece de sentido a como se venía manejando el filme.
Es por eso que lo considero como un clásico forzado por los propios fans, pero “Viernes 13” no deja de ser un mal filme. Las secuelas, el crossover con Freddy Krueger y el remake del 2009 vendrían a mejorar un poco la situación a mi gusto, lo que la hace dejar muy mal parada esta entrega.