El sábado 22 de mayo en la Unidad de Posgrado de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos se realizó una mesa redonda sobre el Diccionario de americanismos (por no decir, una mesa de contra respuestas en torno a críticas surgidas por estudiosos) dirigida por el Director de la Academia Peruana de la Lengua Marco Matos y con la participación especial de Julio Calvo. Presentaré a continuación los videos y luego haré una apreciación.
Rosa Carrasco y María del Carmen La Torre
Juan Quiróz y Julio Calvo
Esta mesa ha respondido a las críticas surgidas en contra de la Academia Peruana de la Lengua por criticar a la Academia matritense de no aceptar una considerable parte de peruanismos. Es de saber, que las críticas no sólo han estado del lado de España, con el cubano Humberto López Morales quien atribuye total responsabilidad a la mala organización del equipo trabajo de nuestro país, sino también en nuestro contexto, al lado del andinista Cerrón-Palomino quien atribuye que es una gran obra lexicográfica pero que aún deja mucho que desear y que sólo es una primera etapa experimental que espera pronto ediciones mejoradas.
Sin embargo creo que las críticas de Humberto López Morales han sido bien recibidas por el equipo peruano, pues asumen la total responsabilidad de lo sucedido, pero como recalca uno de los ponentes: “en una obra de gran magnitud, donde trabajan todas las academias que la constituyen, no se le puede echar la culpa de estos errores al director”.
Pero nuevamente existe cierta sospecha sobre qué criterios existieron para la selección de los corpus del equipo peruano. Y creo que las sospechas están bien fundamentadas, pues no se puede explicar cómo se han aceptado (la Academia de Madrid) ciertas entradas de peruanismos y no otras, asimismo sobre las correcciones de determinadas entradas para unos casos, pero no para otras si se basan en los mismos criterios de análisis lexicográfico.
No existieron muchos reclamos sobre el tratamiento especial de las marcas diatópicas, pues por ser un trabajo colectivo en la que no hay manera de reunir a todos los integrantes de los equipos de trabajo de las 22 Academias es muy abstruso llevar acabo un análisis minucioso. Aquí también concuerdo que mucho mejor es que este la entrada o la acepción a que sólo no este la marca diatópica “Perú”.
Creo que Julio Calvo es muy sesudo en decir algo muy importante y que creo que finiquita la discusión sobre la afronta peruana y matritense “hay que ver la contribución de la obra de manera general, y no tan dialecticamente”.