Las mesas alargadas no son muy comunes en España. Hace un año se suponía que iba a ser una de las tendencias en el mundillo, pero al final no terminó de encajar. Y es una pena porque las mesas imperiales tienen grandes ventajas para los novios. Y ni que decir tiene que la primera de ellas es quitarse de encima el tedioso tema de la colocación de las mesas. Que si a Pepe no le puedo poner con Laura ni a mi tío con la mujer de mi primo, que si a ver si mi hermano se va a mosquear porque la mesa 3 está más cerca de Presidencia que la 7…En fin, ya sabéis a qué me refiero. Todas las que hemos pasado por una (o más) bodas, sabemos de qué va…jajajaja. ¡¡¡Pues imagínate quitarte ese rollo de encima!!!
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He de decir que a mí me gustan. Me encantan esas fotos de los blogs en los que nos inspiramos los que hacemos esto nuestro de decorar bodas y esas mesas larguísimas con una decoración preciosa, casi siempre al aire libre con guirnaldas de luces de verbena.
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Aquí estamos acostumbrados a las mesas redondas. Y si muchas veces a los invitados les cuesta “encontrarse” en cuanto montas un seating plan un poco más elaborado imaginaos cómo se les quedaría el cuerpo si de repente ven tres o cuatro mesas largas donde pueden sentarse hasta cincuenta personas. ¡¡¡Habría que hacer otro seating con los nombres en cada sitio!!! jajajajajajaja Eso o tener a la tía Julia cogiendo sitio para su parte de la familia. ¿Os imagináis? XD
Los americanos lo solucionan rápidamente. Te colocan este cartel y “arreglao”
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Las mesas alargadas son más fáciles de decorar que las redondas. Los centros de mesa lucen más, dan más juego a poder utilizar caminos de mesa y tapetes en los centros y la decoración de los centros de mesa se puede ir repitiendo a lo largo de la mesa o mezclando cada “x” sitios. Me encanta la decoración suspendida con este tipo de mesa, queda ideal.
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Es cierto que también tiene inconvenientes: el primero, como decía antes, que tengas un poco de caos a la hora de que los invitados tomen asiento con quien les apetece sentarse. El segundo que limita la relación entre los invitados. A los pobres que les toquen las esquinas quedarán condenados a los dos vecinos de izquierda o derecha y nadie más…..
En fin, que todo tiene cosas buenas y no tan buenas. Lo suyo es valorar qué pesa más para cada uno. No olvidéis dejarnos un comentario, así que contadme, ¿qué os parecen estas mesas?
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