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Messi, Cristiano Ronaldo y la tiranía del gol

Publicado el 07 febrero 2019 por Davidmaldini @ConDdeDeporte
Messi, Cristiano Ronaldo y la tiranía del gol

Si naciste después del año 2000 probablemente no conoces otra tiranía del gol que no sea la de Cristiano Ronaldo o Leo Messi. De hecho, el astro argentino rompió recientemente la barrera de los 400 goles... sólo en la liga española, que sumado al resto de goles oficiales, eleva la exorbitante cifra a 584 a fecha de este post. Pero es que el luso tampoco se queda corto: 311 goles. Y en su caso, en nueve temporadas en Primera por las quince de Messi con un alucinante promedio de 1,07 goles por partido.

No obstante, como dijo un día un periodista que ahora mismo no recuerdo su nombre: "¿Cristiano o Messi? yo los dos". Lo que han conseguido ambos jugadores no se puede medir en parámetros normales pues sus logros y estadísticas sólo resisten la comparación del uno con el otro. Nadie les tose, nadie se les acerca. Y hay que decir que, como aficionados, nunca volveremos a disfrutar de una rivalidad semejante puesto que, si fuese así, sólo podría conseguirse con jugadores dotados de superpoderes especiales o que se cayeron a la marmita de Panorámix cuando eran pequeños. Quizá el problema de todo ello es que su nivel nos ha cegado hasta tal extremo que hemos denostado, literalmente lo que otros jugadores han venido logrando en los últimos años y sólo los recuerdos cargados de romanticismo impiden que nos olvidemos de nuestros héroes de juventud.

Se me ocurren multitud de ejemplos. Por ejemplo, Gonzalo Higuain. El "Pipita" es un jugador marcado por el sobrepeso de sus últimos años y por su fallo de cara a portería en la final del Mundial de 2014. Todo ello, le ha convertido en carne de meme o burla. No obstante, los números dicen lo contrario. En el Real Madrid figura como su 15º goleador histórico con más de 100 goles y en el Nápoles llegó a marcar la friolera de 36 goles en una sola temporada, récord absoluto en el Calcio. Es un jugador que mantiene dobles dígitos anotadores desde casi su debut en España. En general Higuain me parece un buen ejemplo pero incluso se me ocurre uno mejor: Luis Suárez. El uruguayo no es santo de devoción de muchas aficiones debido a su espíritu agresivo y sus polémicos mordiscos de hace unos años. Ha sido cuestionado en no pocas ocasiones desde que juega en el F.C Barcelona y, sin embargo, sus números también son apabullantes: quinto máximo goleador histórico del club blaugrana en todas las competiciones y, tras Messi y Cristiano, el único jugador en romper la barrera de los 40 goles en una temporada de Liga (2016). Y pese a todo, puesto en duda en más de una ocasión. Y qué decir de Karim Benzema, sospechoso habitual una semana de cada dos. Pero las estadísticas de nuevo le colocan como un gran goleador, el sexto histórico del Real Madrid. Más goles que Ronaldo, que Hugo Sánchez o que Butragueño por nombrar algunos ejemplos.

Por supuesto, las estadísticas no lo son todo. Recuerdo jugadores como Thierry Henry, Van Nistelrooy o Shevchenko que no sólo es que marcasen veinticinco goles por temporada. Es que jugaban de vicio. Sus highlights dan para un vídeo bastante largo en Youtube. Pero es que además, si marcaban dobletes o tripletes al Burnley o al Chievo de turno nadie les criticaba por sólo marcar a los equipos pequeños. ¿Desde cuándo marcar un hattrick en primera división está al alcance de cualquiera? Pues resulta que si Cristiano Ronaldo lo hace constantemente no tiene mérito porque es el Getafe, Granada, o Almería. Esto me recuerda a los detractores de Raúl González que decían que marcaba todos los goles empujando la pelota a la portería. Pues resulta que no conozco a ningún otro jugador que haya metido casi 300 goles así. No será tan sencillo entonces.

Lo dicho, toda una generación en España ha crecido pensando que los goles caen del cielo, que te los regalan los árbitros, que como todos los jugadores juegan para ti así cualquiera, que con esos compañeros, yo también los marco, o que los contrarios son unos ineptos. Meter diez goles en diez partidos es no estar fino. Esperabas veinte. Pues yo crecí viendo a Salva Ballesta y Dani Güiza pichichis en Primera División. Ahí queda.


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