La intrépida pareja policial fue citada por una misteriosa mujer en una de las salas secretas del rascacielos principal de Industrias Mengele, en la unidad 731, situada en el último piso del edificio. Mediante un código secreto, abrieron la puerta para encontrar una mesa donde ya estaban sentadas varias personas.
-Inspectora Kiara, Detective Joe, pasen, los estábamos esperando -anunció la mujer que los había invitado.
-¡Oh!, eres tú, Bastet -respondió Kiara con gesto malhumorado mientras tomaban asiento-. Espero que sea algo realmente importante.
-Sí que lo es. Se trata de un asunto muy grave -indicó Bastet con gesto solemne-. Ahora que estamos aquí todos los necesarios, procederé con las presentaciones. Tal vez algunos de ustedes ya se conocen, o tal vez no, pero sepan que he reunido a las mentes más brillantes del mundo para resolver un misterio que me inquieta desde hace tiempo. Tenemos aquí a los famosos Kiara y Joe. También al Doctor Polansky, en representación del conglomerado farmacéutico Moreau; a Carlo, miembro de los coloquios de la Sociedad MonteReal; y a la pareja de agentes del gobierno: la de pelo azul es la Espía 13, y la de pelo verde, la Espía 15. Dicho esto, vamos al tema que me preocupa.
-Como todos saben, soy la cabeza principal del Comité Editorial y, por tanto, la información que voy a compartir es de gran importancia. Quizás algunos ya lo sepan, otros tal vez no, pero quiero que haya consenso sobre lo que voy a declarar -Bastet hizo una breve pausa, mirando a cada uno para evaluar sus semblantes antes de continuar-. Es claro que todos los aquí presentes entendemos que somos personajes de un blog, ¿cierto?
-Perdóname, Bastet, pero si esta es otra de tus absurdas charadas, Joe y yo nos retiramos de inmediato. Sabes que no me interesa ese tipo de charla mística que sueles escupir. Ya convocarnos a un cónclave clandestino para largar esos discursos insoportables de "trascendencia espiritual" es la gota que colma el vaso. Vuelve a tu luna de Cronos, de donde nunca debiste salir. Estás loca de atar.
-Sabía que ibas a reaccionar así, y vine preparada -respondió Bastet con expresión optimista.
-Escucha, tú sabes bien que Joe y yo resolvemos casos de crímenes, robos, asesinatos... lo paranormal no es lo nuestro. Si quieres hablar de eso, busca a otros detectives.
-Lo que Bastet dice es correcto -interrumpió la chica de pelo azul.
-Bueno, lo que yo he escuchado es que somos simulados -indicó tímidamente Carlo, desviando la mirada como si hubiese dicho un disparate.
-Uno de los experimentos de nuestra corporación consiste en darle bananas a un gorila que escribe en una antigua máquina Remington. Por lo general, las hojas son un montón de letras al azar sin sentido, pero a veces también logra escribir las obras completas de Lope de Vega -intervino el Doctor Polansky con rostro serio.
-¿Y guardan los libros en la biblioteca de Borges? -replicó Kiara con ironía.
-Esa biblioteca no existe -afirmó la Espía 13 en voz baja, dirigiéndose únicamente a su compañera.
-Sí existe... pero con otro nombre -respondió discretamente la Espía 15.
-¿Qué es todo esto? Parece una reunión de lunáticos escapados de un manicomio de opereta -protestó Joe.
-Tu sidekick es muy gracioso, Kiara querida. Todo lo que han dicho, de una forma u otra, está relacionado con lo que he notado últimamente. Créanlo o no, es cierto: somos personajes metidos en las historias de un blog.
-No me cuesta asimilar el concepto -dijo la chica de pelo verde-. No veo el problema con ello.
-Veo que comienza a haber sensatez aquí -declaró Bastet-. Para no extenderme, iré al grano: si bien todos somos personajes del blog, he notado que algunos de nosotros hemos sido sustituidos. En este grupo hay impostores.
-¿A qué te refieres, Bastet? -preguntó Polansky, intrigado.
-El autor del blog es quien nos da vida, pero he detectado personajes sin alma. Eso significa que entre nosotros hay algunos generados por inteligencia artificial.
-Es exactamente lo que dije -reiteró Carlo.
-Dijiste que éramos simulados, no generados con IA. Son conceptos distintos, aunque relacionados, ya que ambos requieren un ordenador de por medio -corrigió Bastet.
-Entiendo el misterio -dijo Kiara-. La cuestión es: ¿cómo diferenciamos a los "reales" de los generados por IA?
-Por eso te invité. Quizás, al ser tan escéptica y fría, tus cuestionamientos están libres de prejuicio. La respuesta es sencilla: los personajes generados por IA tienden a ser muy verbosos -replicó Bastet.
No alcanzó a decir más, porque de la puerta del armario salió un hombre armado con un rifle desintegrador y disparó directamente hacia Bastet, reduciéndola a un polvillo muy fino.
Los demás intentaron reaccionar, pero el hombre los amenazó con el rifle y dijo:
-Soy el Inquisidor Rosado. Estoy contratado por el Tintero de Oro. Bastet estaba en lo correcto, pero no todo es blanco o negro: hay grises. El escritor del blog es el gorila entrenado por Moreau, implantado con chips de inteligencia artificial. Todos aquí somos mitad IA, mitad azar, excepto Bastet, que era escrita sin ayudas tecnólogicas.
-¿Y por qué la ejecutaste? -interrogó Joe.
-Lo que sabía era demasiado peligroso. Imaginen decirle a toda la humanidad que son seres ilusorios, productos de un capricho algorithmico. Habría suicidios masivos. Por el bien de la paz mundial, esto no debe saberse.
Y antes de que pudieran reaccionar, el asesino se apuntó con el rifle y se autodesintegró, dejando a los presentes bien pasmados. Sin saber si reír o llorar, decidieron desbandarse. Unos decidieron pagar costosas terapias a fin de olvidar lo sucedido y otros fundaron o se unieron a oscuras sectas ciber virtuales y a los demás les perdí la pista.