En el metabolismo de la energía, al estudiar el estado aeróbico que debe mantenerse toda la temporada nos dice Bjorn Ekblom, profesor de fisiología del Instituto Karolinska de Estocolmo: “Y esto dependerá de cómo los jugadores se mantienen unidos y sin lesiones”. “Apor demostró cómo el nivel medio aeróbico de los equipos de primera división se correlacionaba con la clasificación final de la liga”. Y transcribimos textualmente”Las victorias significan mejor estado físico y a su vez una moral más elevada de equipo, mientras que las derrotas y las lesiones desencadenan un círculo vicioso de malestar físico y moral”
Estos datos fisiológicos aportados por los prestigiosos especialistas en medicina deportiva, insisten en señalar el gran aporte que realizó la ciencia Física (la energía no se destruye se transforma). Posteriormente fue éste, uno de los pilares científicos del Principio de Constancia, en los que se apoyó el Psicoanálisis, para describir por primera vez en la historia del pensamiento, en el año 1900, el concepto Inconsciente.
Con ello Sigmund Freud, médico y neurólogo, sentó las leyes de funcionamiento del aparato psíquico y los mecanismos que intervienen en el pensamiento humano.
Freud produjo una ruptura en el pensamiento científico con su revolucionario descubrimiento. Otras rupturas, que produjeran el develamiento de alguna ceguera humana, las llevaron adelante los insignes: Copérnico, Darwin y Marx. Y para que se entienda (en este nuevo campo que abren la articulación de las prácticas) la poesía y el psicoanálisis permiten que un hombre pueda escuchar a otro hombre, que un hombre pueda conversar tranquilamente con otro hombre y que un escritor le hable al lector.
Continuando con la investigación, pues hay más datos: “la predominante preparación aeróbica de los jugadores de fútbol se refleja en muestras de músculos tomados de futbolistas de elite. Éstos músculos tienden a poseer enzimas oxidativas como la de los atletas de alta resistencia. No obstante, los futbolistas deben tener en cuenta el entrenamiento de la fuerza física, en vista de los componentes de contacto y sus elementos aeróbicos”
Sabemos que la función no hace al órgano. Cada órgano tiene una multiplicidad de funciones y, la libido como órgano, es un término de la teoría de las pulsiones destinado a designar la manifestación dinámica de la sexualidad. La sexualidad entendida como la materialidad del inconsciente. Se puede pensar la libido como órgano y como instrumento. Como órgano en el doble sentido del término: órgano como parte del organismo y órgano como instrumento. Como órgano siempre estaría presente, mostrando el nivel económico del aparato psíquico y como instrumento es lo que se ve, mostrando el nivel dinámico.
La fijación de la libido es intolerable para el sujeto y, cualquier estancamiento de la misma está en la base de producción de toda enfermedad, ya que no existe ninguna enfermedad en la que no participe de una u otra manera el inconsciente.
Podemos hablar de una libido del Yo y una libido Sexual (objetal), debido a la doble función del sujeto, por dividido y doble, es decir sujeto psíquico y social a la vez. Esta doble “existencia” el sujeto la vive realmente como fin en si mismo (autoerotismo) y como miembro de la especie (elección de objeto)
Estos conceptos nos ayudan a pensar el metabolismo energético como diferente y singular en cada deportista, debido a la existencia de lo psíquico y lo corporal.
En condiciones normales, debido a la imposibilidad de separar lo psíquico (el inconsciente) de lo somático (el cuerpo), todo estímulo que llegue al aparato, sea psíquico o somático, debe ser elaborado por ambas vías: psíquica y somática. Cualquier dificultad en la adecuada canalización de esta energía puede: reducir la eficacia en la competición, cansancios, dolencias diversas, llegando a intervenir en el mecanismo de las lesiones.
Del Libro: FÚTBOL Y PSICOANÁLISIS - próxima publicación-
Autor: Dr. Carlos Fernández
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