El llamado metabolismo lento es poco frecuente y, por lo general, no es lo que hay detrás del sobrepeso o la obesidad, sino que es más una cuestión de dieta y ejercicio.
El metabolismo es el proceso por el cual el cuerpo convierte lo que comemos y bebemos en energía. Incluso cuando estás en reposo, el cuerpo necesita energía para las funciones básicas tales como la respiración, la circulación sanguínea y la reparación celular. El número de calorías que tu cuerpo utiliza para estas funciones básicas se conoce como la Tasa de Metabolismo Basal (TMB).
Tasa de Metabolismo Basal
Varios factores determinan tu Tasa de Metabolismo Basal:
» Tu talla corporal y su composición. Tu tamaño y tu masa muscular queman más calorías cuanto mayor sean, incluso en reposo. Así que las personas con sobrepeso son más propensas a tener un ritmo más rápido metabólico – no uno más lento.
» Tu sexo. Los hombres suelen tener menos grasa corporal y más masa muscular que las mujeres de su misma edad.
» Tu edad. A medida que envejecemos, disminuye nuestra masa muscular, lo que ralentiza la velocidad a la que quemamos las calorías.
En lugar de metabolismo lento, los factores que con más probabilidad contribuyen al aumento de peso suelen ser: ingerir demasiadas calorías al día, no hacer suficiente ejercicio físico, factores genéticos, antecedentes familiares, ciertos medicamentos y unos hábitos poco o nada saludables, tales como saltarse el desayuno o no dormir lo suficiente.
Si te preocupa tu peso y/o tu metabolismo, habla con tu médico sobre los cambios saludables que puedes hacer. Y, si todavía piensas que tienes un metabolismo lento, tu médico puede comprobarlo y, en algunos casos, detectar enfermedades poco frecuentes que pueden causar problemas con el metabolismo, como el hipotiroidismo y el síndrome de Cushing.
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