Metafísica de los tubos ~ Amélie Nothomb

● Título: Metafísica de los tubos 
● Título original: Metaphysique des tubes
● Autora: Amélie Nothomb
● Serie: Libro independiente 
● Publicación: Enero 2001
● Editorial: Anagrama
● Páginas: 142
● Precio: 13 € 

Metafísica de los tubos cuenta los primeros tres años de vida de un ser obsesionado por el agua que, disconforme con su entorno, adopta la inerte forma de tubo como condición existencial.

Ya es hora de reseñar algo más de Amélie Nothomb, esa autora tan peculiar de la que había oído maravillas durante mucho tiempo y que hace unos meses (por fin) me animé a probar. Empecé con Brillante como una cacerola, un corto y juvenil libro de cuentos que dejaba entrever el talento y la astucia de la autora, pero que fue algo suave para mi gusto.

Metafísica de los tubos ha sido mi segunda incursión en las letras de esta autora belga y, por ahora, el que menos me ha gustado (la reseña llega con retraso, pues ya he catado algunos títulos más de la autora que me han parecido mejores). Aunque he logrado disfrutar de la sorprendente imaginación de Nothomb, de su extraño humor y de su sarcasmo constante, el libro no ha logrado convencerme del todo.

Ésta es una de esas novelas autobiográficas de la autora, en la que nos habla de sus tres primeros años de vida, que pasó en Osaka (Japón). Nos habla de su infancia de una forma de lo más extraña (y con algo de crueldad) que muchos encontrarán demasiado extravagante; hay que amoldarse al estilo de la autora y darle una oportunidad, pues sus textos no son precisamente fáciles (‘menuda yo’, diría Nothomb).

La autora, que hace las veces de narradora, se nos presenta como una recién nacida consciente de todo aquello que le rodea pero opta por vegetar (nada de reír, llorar o comer…) y, en lo que a mi me pareció un surrealismo que se acercaba a la vanidad, se autoproclama Dios. Un bebé que un día decide romper su silencio y chillar como cualquier otro, pero que aún así decide ocultar su superioridad a su familia fingiendo que no sabe hablar.

Desde ya os digo que, además de tener un inicio muy desconcertante, el resto de la novela sigue siendo igual de confusa por lo extrañísima que es. No ha conseguido convencerme, tal vez porque hay demasiado surrealismo (sobre todo para tratarse de una novela autobiográfica), porque a ratos se va por las ramas sin venir a cuento, porque el texto me ha parecido algo frío o porque no he logrado conectar con esa pequeña Amélie protagonista.

Eso sí, el estilo de la autora sigue pareciéndome único y su originalidad y su ironía (a veces sutil, a veces mordaz <3) me encantan. Resulta sorprendente cómo Nothomb logra escribir desde lo simbólico y plantear cuestiones filosóficas sobre la existencia con una gran pluma que es sencilla sólo en apariencia. Para finalizar, dejadme haceros una última recomendación sobre el libro: si sois fieles lectores de Nothomb y os gusta su estilo, dadle una oportunidad (quién sabe, puede que os sorprenda), pero si aún no habéis catado las letras de esta autora, es mejor empezar con otro título ✿