Revista Arquitectura
Un restyling contemporáneo del vidrio de elaboración tradicional, material denso rebosante con singulares características. Una forma simple y fuerte con reclamo vintage, que recuerda a la caldera de un alquimista y, enfatizada por la base de metal con una fuerte apariencia industrial.
La personalidad de Metalglass, una lámpara de suspensión y mesa de vidrio y metal, se manifiesta en la composición del vidrio, distinguido por una textura densa, pastosa y casi opaca. Este efecto se logra vertiendo polvo de soda en la pasta vítrea antes del proceso de soplado, que provoca una reacción química que crea una serie de burbujas de aire dentro del vidrio. Esta textura de fuerte apariencia - define la personalidad de la lámpara- se transforma y trae a la vida la luz, que anima las burbujas de aire con múltiples facetas y hace hincapié en el proceso de trabajo de vidrio especial. El volumen masivo se disuelve en partículas luminosas, que han ido dejando espacios para una reacción química que queda clavada en el cuerpo de la lámpara. En contraste con la consiguiente difusa luminosidad, un cilindro de luz blanca penetra y atraviesa el volumen con un flash rápido y un patrón gráfico audaz. Disponibles en varios colores, en dos formas y dos configuraciones, la versión de mesa está diseñada para permitir al vidrio colocarse en ambas direcciones.
La sensibilidad de Diesel hacia los materiales, texturas y colores se expresan plenamente en una cálida, al mismo tiempo fuerte y enorme lámpara, que es contemporánea, pero que está firmemente enraizada en la tradición.