Revista En Femenino

Método Estivill vs. Crianza con Apego

Por Mamikanguro @MamiKanguro

Autor: Paola Depetris, MamiKanguro

Hace más de 8 años fui madre primeriza. Y sinceramente, no tenía idea de que era un bebé. Apenas nació mi primer hija me enamoré perdidamente de ella e inauguré mi maternidad exigiendo a la enfermera que no la separe de mí. Así comencé a hacerme fama de “loca”: que malcriaba a mi bebé porque estaba en brazos todo el día, tomaba la teta cada vez que quería, dormía en mi cama… y así pasó con mis otras dos hijas….

Un día, hablando con una compañera de trabajo me habló de un libro que le había cambado la vida: Duérmete niño. Cuando me contó del famoso Método Estivill, casi me muero del susto!!!  Es que no hay que ser un erudito para entender que es maltrato puro, una especie de “adiestramiento” cruel.

Método Estivill vs. Crianza con Apego

El Método Estivill

El Método del Doctor Eduard Estivill, responsable de la Unidad de Alteraciones del Sueño del Instituto Dexeus de Barcelona, es uno de los más seguidos actualmente y, según los que lo han probado, funciona en un 95% de los casos. Para él, lo primero es enseñar el hábito del sueño, que dormir se convierta en algo rutinario y mecánico y que no suponga un trauma la hora de irse a la cama.

Lo que no debemos hacer para dormirlo:

  • Cantarle
  • Mecerlo en la cuna o en los brazos
  • Pasearlo en cochecito
  • Darle palmaditas o acariciarlo
  • Darle el biberón o agua
  • Ponerlo en nuestra cama

Si estas recomendaciones fallan…

En el supuesto de que estas medidas fallen, el Dr. Estivill propone un plan alternativo al que llama la reeducación del sueño. Pasos a seguir:

  • Los padres y cuidadores deben mostrar en todo momento firmeza y seguridad ante el niño.
  • Reemplazar en la habitación del niño, la figura del padre, la madre o de ambos, utilizando un dibujo, un muñeco, un móvil o un objeto querido por el niño. Explicando al niño que este objeto cuidará de él por la noche.
  • Si el niño emplea chupete, dejar varios sobre la cuna para que pueda encontrar alguno durante la noche.
  • Poner a dormir al niño, separarnos de él una distancia prudencial y sin tocarlo desearle buenas noches, con un discurso que dure aproximadamente 30 segundos.
  • Al salir de la habitación, apagar la luz y dejar la puerta abierta.
  • Una vez que el niño empiece a llorar, los padres deben permanecer alejados de la habitación y volver a ella, en función de la tabla de tiempos -expresados en minutos- que mostramos a continuación, que irá variando a medida que pasen los días. Cuando toque acudir a consolar al niño, siempre tendrá que ir uno solo, manteniendo una distancia que impida que el niño le toque, y explicándole (en no más de 10 segundos) que sus padres no le han abandonado y que únicamente le están enseñando a dormir.

crianza con apego

La Crianza con Apego

La crianza natural es responder apropiadamente a las necesidades de la criatura. A veces, eso quiere decir que se les dará todo lo que ellos quieran (una caricia, cogerlos en brazos, etc), y a veces no (una golosina, mirar la televisión, etc), pero solamente porque coincide con lo que ellos necesitan. Es más fácil darles lo que quieren que lo que necesitan.

Crianza natural es una cuestión de equilibrio : no ser indulgente o permisivo, pero ser atento y cuidadoso.

Debido a la sensibilidad mutua que se desarrolla entre los padres y los crios, los padres aprenden a responder a las necesidades de sus hijos y a saber cuando responder inmediatamente y cuando pueden esperar, y cuanto.

La crianza natural fomenta la independencia. La crianza natural implica responder apropiadamente a tu bebé.
El estilo de educación de crianza natural no implica sobreprotección o ser demasiado indulgente. Los padres posesivos son aquellos que no permiten que una niña haga lo que necesita hacer debido a sus propias inseguridades.

Esto tiene un efecto perjudicial en la niña y sus padres. La crianza natural enriquece el desarrollo, en cuanto la dependencia prolongada lo frena. El apego parental es considerado como la base de la personalidad y el nivel de apego de un bebé está relacionado directamente con su desempeño social en la edad adulta.

Entre más cuidados se le dan a un bebé de manera constante, de acuerdo a las señales y a las necesidades afectivas y físicas, más el apego se desarrollará sobre la confianza y la seguridad, por lo tanto el apego será seguro. Está demostrado que los individuos que establecen un apego seguro cuando son bebés tienen un mejor comportamiento social y una mayor capacidad para controlar sus emociones y dominar las situaciones de estrés. Si por el contrario, los cuidados fueron brindados de manera inconstante, sin atención particular a las señales y a las necesidades, el apego se desarrollará sobre la inseguridad. Los apegos inseguros pueden conducir a problemas de comportamiento importantes, incluso a veces psicopatológicos
Estos hechos no pueden tomarse a la ligera… La mayoría de los padres estarán de acuerdo en decir que durante los tres primeros años de vida los bebés lloran mucho y la mejor forma de calmarlos es simplemente tenerlos en los brazos. De esa manera se sienten seguros.

He aquí la importancia de cargar al bebé con respecto al apego parental.

El simple hecho de cargar a tu bebé lo tranquiliza, la proximidad te permite responder inmediatamente a sus necesidades, te ayuda a conocerlo y a establecer una buena comunicación. Compartir con él los latidos de tu corazón, el sonido de tu voz y el ritmo de tu respiración en sus actividades cotidianas es una muy buena manera de demostrarle desde el principio que estás ahí para él. Tu bebé no será más caprichoso, todo lo contrario, llorará menos, estará mas tranquilo, dormirá mejor, y desarrollará más rápido una conciencia de sí mismo.

dejar llorar a tu bebe es nocivo para el

Dejar llorar a tu bebé es nocivo

La frecuencia cardiaca aumenta en un mínimo de 20 pulsaciones por minuto y también la presión sanguínea, observándose, además, una menor oxigenación de la sangre que llega al cerebro. Esto provocará que al cerebro llegue sangre con mayor presión en la fase de esfuerzo y disminuya bruscamente en la de descanso, tanto que puede relacionarse con hemorragias cerebrales y sus secuelas según algunos estudios.

Sobre todo llama la atención que el nivel de cortisol, la hormona del estrés, aumenta enormemente, lo que indica que el niño que llora sufre un estado de tensión emocional intenso. Esto, además del estrés, provoca una reacción que puede aumentar la capacidad de resistir a las infecciones, pues el cortisol actua como un inmunodepresor.

El bebé que llora mucho gasta mucha energía en esto, no estando entonces disponible para otras funciones. Sus leucocitos aumentan, como si luchara contra una infección y se ve disminuida la cantidad de saturación de oxígeno en sangre.

A nivel afectivo y relacional, hay que tener en cuenta que el niño que sufre un llanto prolongado no interactua con su entorno con normalidad, incluso llega a poder afectar a la reacción que tiene la madre ante su llanto, disminuyendo su efecto en ella y pudiendo hacer que sienta que no llega a poder atender correctamente a su hijo.

Todo esto a veces es inevitable, en bebés que lloran por motivos que no llegamos a calmar, pero nos alerta sobre todo ante lo inadecuado que es no atender el llanto del bebé y dejarlo sin atender hasta que se canse, se agote y se calle por cansancio o por, sencillamente, aprender a que su reclamo no será atendido.

Conclusión

Nadie mejor que vos va a saber qué es lo mejor para tu bebé. Lo has llevado 9 meses en tu vientre, lo amás y buscás lo mejor para él. Sos vos, en lo más profudo de tu ser, quién tiene que evaluar lo mejor para tu bebé y para vos y decidir la manera en que querés criarlo. Si seguís a tus instintos, nada podrá salir mal.

Fuentes consultadas para esta nota:


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