Hoy toca hablar de libros, y de videojuegos. Porque como podéis imaginar, en este caso están íntimamente relacionados.
Si bien hoy os quiero hablar del libro y no del videojuego, también es cierto que tengo que hacer referencia al primero porque ha influido en mi lectura del libro.
Por si alguien no lo conoce, METRO es una saga que consta de tres novelas de Dmitri Glujovski llamadas METRO 2033, METRO 2034, METRO 2035. A esta hay que añadir una obra más de otro escritor que participó en el Universo Metro.
La saga nos cuenta la vida en Moscú después de una guerra nuclear. Nos narra la vida de los supervivientes que lograron refugiarse en las túneles del metro. Tres novelas de una ambientación oscura, siniestra y llena de seres extraños, deformes y múltiples peligros.
Cada una de las novelas ha tenido un gran videojuego detrás. Aventuras tan oscuras y siniestras como las propias novelas. Esta tercera entrega venía marcada por la salida al exterior. El protagonista siempre se ha mostrado dispuesto a la búsqueda de vida en el exterior del metro, y en esta novela tocaba salir.
Teniendo en mis manos juego y libro, opté por jugar primero. En el juego, desde el principio se sale al exterior y se pasan múltiples aventuras y penurias, hasta que el grupo llega a su destino un lugar libre de radiación donde empezar una nueva vida.
Con el juego en mente, empecé la lectura del libro. Que es igual de oscuro y siniestro que los dos primeros, o más. Cada capítulo esperaba que llegará el momento de la salida y el inicio de la aventura en el exterior. Pero no llegaba. Y es que Metro Exodus (el juego), solo está basado en el libro, en la historia, en los personajes, pero no es el fiel reflejo de la narración.
Así que me he pasado más de medio libro esperando algo que no iba a llegar. No obstante, creo que el libro en sí, ha sido mejor, mucho, mucho mejor así. En esta ocasión el autor nos muestra el mismo mundo oscuro siniestro y cruel, pero en decadencia. Nos ha mostrado el lado más oscuro de ser humano, el verdadero peligro más allá de cualquier criatura que pudiera haber creado ese nuevo mundo radioactivo.
Nos habla de que el ser humano es y será dependiente, crédulo y cómodo, aunque viva en la mierda, rodeado de podredumbre y hambre, se someterá si le prometen un mínimo de seguridad.
En definitiva, probablemente, al menos para mí, el mejor de todos los libros de la saga Metro. Oscuro, decadente, corrosivo hasta la médula. Una historia que te hará compadecer, odiar y amar al ser humano a partes casi iguales, pero sobre todo, una historia que no querrás que acabe, desearás saber más, vivir más.