Revista Opinión

México: ¿La Venezuela del futuro?

Publicado el 09 julio 2018 por Carlosgu82

El pasado primero de Julio, México tomó una decisión política trascendental, por primera vez en su historia un candidato presidencial de izquierda logra llegar al poder. Pero; ¿Cuál será el costo futuro de esta decisión? Muchas voces se han elevado, varias de ellas presagiando un angustioso futuro político, económico y social para la nación en cuestión, un futuro similar a la crisis venezolana.

Analicemos un poco a este político de izquierda; Andrés Manuel López Obrador, identificado popularmente como AMLO. En él se observa principalmente un marcado nacionalismo, con cierta tendencia populista, se puede decir que es narcisista, al venderse a la sociedad como el único salvador de los pobres, de aquellos que han sido oprimidos y abusados por el sistema, y entre otras características, es necesario destacar una, la cual es muy poderosa, el carisma, logra conectarse con las demandas sociales, y hacer sentir al espectador que él tiene la solución al problema. Pero, esto no tiene nada de raro, finalmente, cualquiera puede discernir con apenas echar un ojo a la historia política de la región, incluso del mundo, que los personajes político más destructivos, son aquellos que logran robar el corazón de sus votantes, entorpeciendo el razonamiento claro de las masas, y logrando así obtener los preciados votos mediante la emoción y no la razón.

México: ¿La Venezuela del futuro?

Es imposible observar a AMLO, y no evocar al fallecido Presidente de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, el cual fue sin duda un destacado referente político en la región, incluso en el mundo, que alcanzó la Presidencia en 1999. Los venezolanos vivieron por mucho tiempo en una fantasía, gracias al boom en los precios del petróleo, Chávez obtuvo los recursos necesarios para llevar a cabo su proyecto de gobierno, inundó los bolsillos de los venezolanos con dinero, impulsando un crecimiento exorbitante en el gasto público de la nación, todo con el objeto de “beneficiar a los pobres, gobernar para el pueblo”. Venezuela sufrió una transformación política, económica y social silenciosa para los ciudadanos, aunque varios actores de la sociedad, tanto políticos como académicos, advirtieron que el país se dirigía a un abismo, nadie escuchó, el país se encontraba embriagado con la abundancia de recursos, y finalmente Venezuela terminó cayendo en lo que es considerada la peor crisis de su historia, política, económica y socialmente hablando. Ese hombre llenó de carisma, que enamoró un pueblo casi por completo, fue el autor de la peor desgracia que le pudo haber sucedido a un país.

Volviendo a AMLO, este planteó que dentro de sus objetivos a alcanzar en la Presidencia de México está; disminuir la desigualdad, lucha contra la corrupción, impunidad y la injusticia, poner los servicios públicos al servicio de la gente, un mayor acceso a la educación, en especial la educación superior, pensiones para todas las personas de tercera edad, desarrollo de planes de conservación ambiental, mayores salarios, mejor distribución de las riquezas (esto referente a la hacienda pública), solidez institucional, entre otros. Todos estos objetivos son muy ambiciosos, sobre todo si considera, que para llevarlos acabo, le tiene que alcanzar con un periodo presidencial, o puede ser que AMLO tiene otros planes con respecto a el tiempo de su mandato; ¿Reelección indefinida? Quizás, no sería al primero que se le ocurriera esta idea. Centrándose en los objetivos señalados, el problema en sí, ni siquiera es el tiempo de ejecución, sino el cómo; ¿Cómo se van a alcanzar todos estos objetivos? Y esto es lo que puede hacer la diferencia para el futuro de México.

Si volvemos a hacer referencia a Venezuela, Chávez quiso llevar a cabo objetivos similares de una forma muy destructiva pero inteligente, aunque con un poco de suerte. Con el boom de los precios petroleros en el 2003,  Chávez obtuvo la libertad económica que necesitaba, disparó el gasto público, a tal punto que a pesar de los ingresos extraordinarios, el presupuesto de la nación presentaba un déficit importante, y esta tendencia se mantuvo en el tiempo, el déficit se volvió una constante en las cuentas de la nación. Pero con esto no era suficiente para el mandatario, había que reivindicar a los pobres, castigando a los opresores, de esta manera se inicio una cacería de brujas, comenzó a ejecutarse  una secuencia de expropiaciones, en todos los sectores económicos de la sociedad, desde casas y terrenos, hasta empresas completas, para dárselas al pueblo. Chávez y su equipo de gobierno descuartizaban el país, comenzando por el aparato productivo, en un principio no se notó las graves repercusiones que tendrían este tipo de acciones, pues la cantidad de divisas que entraba al país, eran más que suficiente para importar lo que ya esas empresas, y terrenos de producción agrícola, no podían producir. Pero eso no era lo más grave, la sociedad venezolana se estaba cayendo a pedazos, la descomposición social era terrible, muchos programas sociales, por la mala ejecución, causaron males aún más graves de los que ya existían, lo peor fue el desincentivo el trabajo, todos querían un pedazo de la torta que estaba “regalando” el gobierno, se multiplicaron las cadenas de corrupción, y la delincuencia crecía a pasos agigantados. Después se procedió a destruir el aparato político, todo aquel que no estaba alineado al proyecto de Chávez era públicamente desmoralizado, se insultaba y subestimaba a los opositores políticos, se les acusaba de apátridas, los presos políticos fueron en aumento, los medios de comunicación restringidos, y las leyes abusadas. Pero la realidad, las consecuencias de lo que se estaba haciendo, no caería sobre los hombros de los venezolanos sino mucho tiempo después, en el mandato de Nicolás Maduro Moros, el heredero del legado del fallecido Chávez.

Muchos se preguntarán; ¿Cómo sucedió esto?¿No habían instituciones que garantizaran el Estado de Derecho? Por supuesto que había instituciones, pero en su mayoría fueron corrompidas y doblegadas por los intereses del gobierno, incluso la Constitución fue modifica en favor de los objetivos de Chávez, un ejemplo de esto, fue la validación de la reelección indefinida. La ideología del gobierno se apoderó de todos los poderes del Estado, y el Chavismo contaminó todo a su paso. Por esto, es que el cómo, puede ser transcendental para el futuro de México.

Con lo anteriormente expuesto, no se quiere decir, que esta va a ser la forma de proceder de Andrés Manuel López Obrador, probablemente no, pero debe llamar la atención, la no oculta admiración de este personaje por movimientos de izquierda y gobiernos como el de Chávez y Lula Da Silva. Los mexicanos hoy más que nunca, deben ser críticos de las acciones de sus gobernantes, no callar ante lo que esta mal, y exigir una buena gestión de gobierno, pues para eso se les paga a esos ciudadanos que se encargar de ejercer el poder en las naciones.


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