¡Magnífico día para un exorcismo! Eso, al menos, es lo que han pensado los lúcidos responsables de la archidiócesis de Ciudad de México, cuando se han propuesto formar a más curas exorcistas para contrarrestar la ola de violencia imperante en su territorio, debida –dicen- a las “prácticas satánicas” que tanto desalmado y tanta desalmada llevan a cabo.
Que no le den ideas a Rouco & Cia., que miren que me los veo dentro de nada en plan Merrin, sobrepelliz calzada y estola morada al cuello, queriendo exorcizar a Zapatero por su laicismo furibundo (¡los cojones!). Manchaditos me los espero, de puré de guisantes (puag), paladines denodados del reinado social de Cristo, exorcizando por partes (como suelen…) a esta empecatada sociedad.
Hombre, yo les aconsejaría que –si han de exorcizar- comenzaran por León de la Riva, alcalde de Valladolid, que anda desatado en estas tan señaladas fechas. Ahora le ha dado al buen primer edil de la ciudad del Pisuerga por largar que lo de la ley antitabaco es equiparable al nazismo en alguno de sus aspectos. Lo de este mamífero bipedo (sin tilde) manda orejones.
A poco que se esfuerce, me lo veo girando ese grácil cuello barbado 180 grados, mirando a Leire Pajín y largándole el consabido “¿has visto lo que te ha hecho la cochina de tu…”?
Como decía el santo evangelio, maiora videbis!
¿Algún exorcista –mexicano, a ser posible- entre los presentes?