Revista En Masculino
Los más puristas se rigen por la regla de los tres colores. Es decir, que bajo ningún concepto incluyen más de tres colores en un mismo look entre prendas distintas.
Esta regla está muy bien para empezar con buen pie, pero a poco que comenzamos a conseguir cierta destreza con la combinación de colores y texturas, nuestra propia lógica nos pedirá algún que otro detalles más en otro color. Por ello es probable que, casi sin darte cuenta, configures looks con 4 ó 5 tonalidades.
¿Qué hay de malo en ello?
Absolutamente nada, si se sabe hacer bien. Personalmente defiendo que siempre que el resultado sea armónico y no nos resulte estridente, podemos incluir más tonos sin problemas.
Otra regla que también es prodigada por los más conservadores, dicta que no es conveniente incluir más de dos tipos de estampados o dibujos en un mismo look.
Es decir, que si tenemos una camisa de rayas verticales, no sería conveniente elegir una corbata paisley y una chaqueta príncipe de gales.
Y en principio debemos decir que si no tenemos cierto nivel es mejor no intentar invenciones extrañas, pero si nos vemos duchos en el tema una vez más no veo que haya problemas en las mezclas. La clave, como ocurre con todo, está en la práctica. Observar a otros, documentarnos en Tumblrs y Blogs especializados, y poco a poco ir recopilando ideas e inspiraciones en nuestra cabeza.
Sólo tenemos que ver las imágenes del comienzo de este artículo para comprobar que sí existe vida más allá de los 4 colores y texturas.
Bien es cierto que la belleza de un look sencillo y basado en prendas básica pero con ciertos detalles es indiscutible, pero de vez en cuando -sobre todo en otoño/invierno- gusta rellenar los looks con algo más.
Por ello la combinación de diferentes texturas, tonalidades y dibujos puede ser un buen recurso para salir de esa marea de zombis trajeados cortados por el mismo rasero.
¡Atrévete y prueba frente al espejo!