Antes de adentrarnos en lo sublime, pasearemos por el sahn o patio de abluciones, o Patio de los Naranjos
Arthur Trevor Haddon
Parece ser que éste jardín encerrado entre muros y porticado, es el más antiguo de Europa que ha perdurado desde el Siglo VIII hasta hoy. Como es lógico ha sufrido reformas a lo largo de su historia. Quizá la más importante fue la efectuada por Abd al-Rahman III (s. X) ampliándolo treinta metros, dotándolo de arquerías, derribando el antiguo alminar de Hisham I (unas losas de piedra en el suelo del patio señalan el lugar que ocupó) y construyendo el nuevo alminar.A finales del S. X la población de Córdoba creció considerablemente, esto hizo necesario una nueva –y ultima- ampliación de la Mezquita. Fue llevada a cabo por Almanzor con el aumento de la sala de oración en ocho naves en toda su longitud hacia el este, el aumento del patio en igual anchura, y la construcción de un aljibe en el patio con capacidad para 700 metros cúbicos.
La presencia de naranjos en el patio es del 1512. Tras la reconquista (?) ya se plantaron algunos, actualmente hay 98 naranjos, palmeras, cipres y olivos. El olivo que está junto a la fuente de S. María fue plantado hacia 1741. Durante la época árabe, en el patio solo había palmera, ciprés, laurel, granados, olivo y algún naranjo. Todos en escaso número ya que el patio en las grandes concentraciones se utilizaba para el rezo
Cada vez que visito el patio, me resulta tierna la imagen del joven ejemplar plantado junto al más que centenario olivo ¡la de cosas que le contará! En las galerías pueden verse tableros y vigas del original artesonado de la Mezquita
… capiteles de distintos estilos y época
Las dos columnas miliarias de la derecha, se encontraron en 1533 durante la cimentación del crucero de la catedral. Algún fundamentalista religioso hizo tallar inscripciones cristianas bajo las romanas. ¡Y encima las doró el tío!
Inscripción romana bajo la basa de una columna del patio
Inscripción de Abd al-Rahman III (año 958)
Isla de sombra, de silencio y perfume. –Ricardo Molina-
En varias ocasiones junto a los muros, y la ultima vez en la mismísima Puerta del Perdón, me han preguntado que donde estaba la Mezquita. Usted saca su entrada en la súper taquilla del patio, (hay también una súper automática) y en ella aparece solo Santa Iglesia Catedral con fotografía de la misma. En la entrada al recinto, gran luminoso por supuesto solo de la catedral, y en grande letras le dice que va a entra en la S. I. Catedral. Le entregaran un folleto explicativo del monumento donde descaradamente se falsea parte de la historia del monumento, y la palabra mezquita aparece lo justo. La Iglesia tiene secuestrada a la Mezquita, se ha apropiado de ella con nocturnidad y alevosía. Lo controla absolutamente todo, incluyendo a los guías.En el 2006, la Iglesia Católica inscribió el inmueble a su nombre en el registro de la propiedad número cuatro de Córdoba. El trámite le costó 30 euros. Ni el Estado, ni la Junta de Andalucía, ni el Ayuntamiento, periódicos locales, fuerzas vivas de la ciudad… se pronunciaron, hicieron o dijeron algo al respecto.Al año el monumento recibe más de un millón de visitantes, la entrada cuesta 8 euros. El espectáculo nocturno El Alma de Córdoba, tuvo el pasado año casi 30.000 visitas a 17 euros por cabeza. Lo recaudado no paga impuestos, ya que se considera donativo. Tampoco la Iglesia paga el IBI por los 23.400 metros cuadrados del edificio en pleno centro. Ellos dicen que “parte” de lo recaudado va a obras benéficas (démosle un voto de confianza) pero la reforma que le han dado al Obispado ha sido importante –y costosa- Para lo que no es dueña la Iglesia, es para los gastos de restauración y mantenimiento que corren a cargo del Estado y Junta de Andalucía.Como se ve, la Iglesia Católica sigue teniendo privilegios, y en Córdoba con su añejo obispo a la cabeza, no iba a ser menos. Menos mal que para la mayoría de cordobeses aeternum será Mezquita ¿creo?Como dijo el Hidalgo: ¡Amigo Sancho, con la Iglesia hemos topado!El cordobés, un pueblo culturalmente dual y sincrético, capaz de hacer en una < Las dos Lecturas del Universo>: Un pueblo, en fin, que cuando dice que va a la Mezquita a oir misa, se está refiriendo a una Catedral Cristiana. Rafael de La-Hoz