Revista Opinión

Mi 23-f

Publicado el 23 febrero 2011 por Merche

MI 23-F

Mis recuerdos sobre el 23 de Febrero del 1981 están frescos y no creo que se me olviden nunca.

Hacia más o menos siete años que era militante activa del PCE y de CCOO y esto era continuas broncas entre mi padre y yo. Entonces contaba con 24 años ( de los de antes)

Pasé miedo, pasé dos miedos, el mío propio y el que mi padre (Falangista de los de José Antonio como él decía) me trasmitía minuto a minuto durante toda la larga noche .

Solos los dos mi padre y yo en casa, en una colonia militar, lejos de mi hermana, cuñado y sobrina ( muy pequeñita)

Vi reflejado en los ojos de mi padre el miedo que él sentía al pensar en una posible Guerra civil de nuevo.

La horrible sensación de poder perder todo aquello que parecía que podríamos disfrutar y que ahora se podría quedar en nada.

La Rabia contenida, y dos carnes sobre la mesa, dos carnets rojos, en manos de mi padre que suplicando me pido que los rompiera diciéndome que las ideas se tienen en el corazón y en la cabeza no en un papel, accedí a dárselos pero asegurándome de que no se romperían hasta no saber que iba a pasar y por supuesto yo no los rompería.

Si hay que luchar se lucha, le decía a mi padre que estaba completamente roto y solo repetía “ no sabes lo que estás diciendo, estos están locos”

En el PCE se escondieron expedientes y fichas y en CCOO igualmente, que después nos costos meses poner en orden nuevamente.

Tuve esa sensación de no achantarte, de querer seguir adelante cueste lo que cueste antes de dejarme arrebatar la palabra mágica DEMOCRACIA. Pero también vi. en los ojos de mi padre el miedo, miedo no por él, sino por mi y solo cuando los guardias civiles salían por las ventanas del Congreso de los Diputados y cuando vio al Rey en la TV respiró hondo y pudo entornar sus cansados ojos para dejar de imaginar la muerte.

Este acontecimiento del que se cumplen hoy 30 años es necesario recordarlo y explicar a los más jóvenes como donde y porque se produjo, a pesar de que aún quedan muchas dudas por despejar.

No llegó a ser grave, pero tampoco fue una “tontería” y el razonar las consecuencias que podía haber tenido es algo que merece la pena que nuestros jóvenes hagan porque las libertades son muy frágiles y siempre hay que estar atentos para salvaguardarlas y protegerlas, siempre hay alguien que quiere someter, que quiere ser libre solamente él y tener a un País sometido a una dictadura como España estuvo durante 40 años.

Este fue mi 23 de Febrero, día que no podré olvidar nunca.


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