Llega una nueva colaboración de Begoña Suso, de Mandarina Showroom. Después de sorprendernos con su apuesta por el gris hoy nos habla del turquesa, un color que yo particularmente adoro. Con ella les dejo. Si buscas un color que irradie frescura pero que a la vez sea acogedor, que no sea inquietante pero sí activo, que combine con los colores neutros que solemos tener en casa, y que además de un toque jovial a nuestros ambientes, tal vez el turquesa sea una de los hallazgos más interesantes. Este color ha quedado a mitad de camino entre los tan usados verdes y azules. Según la apreciación de cada uno de nosotros, puede ser más verdoso o azulado, tal vez más claro u oscuro. Pero sin duda es un color poco habitual en interiores y que tiene la capacidad de renovar cualquier espacio de la casa.
Principalmente combina con tonalidades neutras, en especial el blanco. En un ambiente donde utilicemos turquesa deberíamos siempre equilibrar este tono luminoso, pero a la vez suave, con colores neutros como el blanco, marfil, negro o chocolate. Si lo que buscas es algo realmente audaz, escoge tonos rosados, verde lima, naranja o rojo. Así tu esquema de color elegido con turquesa se acentúa.
El turquesa es un color para cualquier estancia. Puede avivar los dormitorios, ya sean principales, juveniles o infantiles. Aporta un toque moderno y sencillo con muebles metálicos y acordes a este estilo, pero también puede ser parte de una decoración retro.
Si tus muebles son de un color neutro o si lo que buscas es impactar con la decoración de tu hogar, puedes pintar las paredes de color turquesa. Si no te agrada que las paredes sean totalmente turquesa, puedes agregar un zócalo a lo largo de la habitación con pintura o empapelado; puedes pintar la parte inferior de turquesa con círculos o líneas verde lima e instalar un listón blanco a media altura y dejar la parte superior de las paredes de color blanco.
Equilibra la decoración de la habitación con los muebles, para que así destaque el color de las paredes. En una habitación de paredes color turquesa, coloca muebles blancos o crema. Si el cuarto tiene paredes blancas, puedes colocar un sillón que sea lo suficientemente llamativo en tamaño y de color turquesa para que se destaque de las paredes blancas.
Para realzar tu esquema de color y el estilo de la habitación, instala complementos para las ventanas. Si tienes paredes de color turquesa en un cuarto temático de playa, cuelga cortinas totalmente blancas o cortinas con un diseño en marfil y turquesa para complementar y a la vez romper con el ritmo de las paredes.
En las paredes, cuelga cuadros que hagan que la habitación se vea unificada. Coloca fotografías en blanco y negro dentro de portarretratos para colgar y de marco turquesa o cuelga en la pared turquesa un cuadro con colores neutros y serenos. Otras opciones pueden ser los candelabros, los espejos y los adornos de pared de metal.
Si el resto de la habitación es de un color neutro, entonces elige accesorios de color turquesa, ya que los accesorios te permiten por un lado decorar con tu esquema de color elegido y por otro renovar la habitación de manera rápida y fácil si es que te cansas del color. Tus aliados en complementos turquesa son jarrones, lámparas, almohadones, velas y alfombras.