María La Piedra hoy es noticia porque la ha fichado Joan Laporta para que apoye la campaña de su partido independentista, Solidaridad Catalana, en las próximas elecciones catalanas. No sé en qué van a consistir los actos en los que va a participar, ni quiero imaginarlos. No creo que esta señora dé discursos ni asesore al presidente; espero. Pero mi relación con María La Piedra es anterior a la de Laporta.
11 de julio del presente año. Un servidor estaba en el Paseo Recoletos de Madrid, junto a la Cibeles, en la zona vip del Hyundai Fan Zone ataviado con mi equipo inalámbrico para contar cómo se iba a vivir la gran final desde el epicentro nacional, desde Madrid. La gente no paraba de llegar y llenar el paseo hasta la altura de la Plaza de Colón.
El reloj marcaba las 6 y entonces apareció ella. Rubia, pelo planchado, guapa, vestida con un short. Y no sigo diciendo cómo iba vestida, no porque no me acuerde, sino porque ¡no llevaba nada más! El torso completamente desnudo, sus operados senos turgentes, en su sitio, pintados como dos balones de fútbol. Y entonces me llamó.
Ella estaba al otro lado de la valla, sin acreditación. Me pidió que me acercara a la valla. Quería hablar conmigo. Me costaba mirarle a los ojos, pero lo hice, aunque reconozco que la situación me incomodaba y estaba ciertamente nervioso. Me dijo que quería hacer un reportaje para “Sálvame”, llevaba una cámara en la mano. A ver si le podía colar de alguna manera (no penséis mal), pasar a la zona vip.
Me lo pensé un momento. La única manera era dejarle mi acreditación, y quizá también mi camiseta. Conversamos unos minutos. Me contó sus intenciones, le di largas hasta que le dije que lo sentía, que me arriesgaba y fingí un paso en directo para dejar la conversación. Ella se dio medio vuelta y se fue con sus balones a otra parte…
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Etiquetas: selección, Laporta, famosos, actriz porno, María La Piedra