Revista Opinión

Mi aventura con Carolina en Puerto Vallarta Primera Parte

Publicado el 12 agosto 2019 por Carlosgu82

Hace un par de años, cuando estaba en la Universidad, un amigos y yo fuimos a un congreso en Puerto Vallarta. Pero la historia que les contare no tiene nada que ver con la parte académica. Esta historia comienza la primer noche, después de las conferencias. Mi amigo, Rafa y yo nos disponíamos a cenar en el restaurant del hotel.

Cuando me comenta: – ¿ Que te parece si después de cenar vamos a la disco del hotel?

A lo que respondo:- Ni creas que voy a bailar contigo.

– Jaja, no claro que no bro. Lo que pasa es que he vista muchas chavas guapas por aquí y quería ver si pecaba algo.

-Si parece buena idea. Le conteste con la intención de cambiar el tema de conversación y esperando que olvidara esa idea.

Cuando estábamos cenando Rafa  se levanto para ir por una bebida y después de un rato regreso acompañado de dos chicas ( no muy atractivas por cierto) y las invitó a compartir mesa con nosotros. En poco tiempo comenzamos a conversar y Rafa ni  tarde ni perezoso invito a que nos acompañaran a las disco del hotel a lo cual aceptaron rápidamente, solo que antes pasarían por sus amigos para que las acompañaran.

Las chicas se adelantaron y quedamos de vernos con ellas y sus amigos afuera de uno de los bares del hotel para posteriormente ir a la disco. Yo ni ganas tenia de ir pero Rafa termino convenciéndome pues se veía muy emocionado por bailar con esas chicas y quería que lo ayudara a llevarse a una de ellas a la cama y según su plan yo me quedaría con la otra. A cual se preguntarán bueno pues ni el lo sabia y a mi tampoco pues ninguna de las dos me parecía atractiva.

En fin llegamos con los amigos de estas chicas y nos tomamos unas cervezas con ellos. Era un grupo pequeño de chicos y chicas agradables de los cuales nos hicimos amigos rápidamente. Después de unas dos horas Rafa ya estaba ebrio por lo cual pensé que su plan se cancelaría y me podría ir a dormir ( la verdad yo estaba cansado por el viaje). De repente se me acerca una chica, Carolina, y me ofrece un shot de tequila y yo lo acepte naturalmente. Carolina era una chica chaparrita, delgada, de cara redonda, piel muy blanca y cabello castaño, era muy guapa. Después de varios shots comenzamos a platicar y a coquetear.

Al poco tiempo, todo el grupo decidimos ir a la disco. Inmediatamente ya estaba bailando con Carolina y poco a poco fuimos separándonos del grupo hasta estar prácticamente solos. Entre las bebidas , la música y el cuerpo de Carolina, yo estaba completamente extasiado. Extasiado de sentir con mis manos su cadera y nalgas, de sentir como restregaba sus senos contra mi cuerpo, extasiado de sentir sus labios contra los míos. En ese momento se acercó a mi oído y me dijo con una voz seductora ( o eso intento hacer pues estaba un poco ebria) vamos a mi habitación, mis amigas están ocupadas la tenemos para nosotros solos un rato. A lo que le respondí : mejor vamos a la mía, la tenemos para nosotros solos toda la noche.

Carolina me lanzó una mirada pícara y se lamió los labios respondiéndome , esforzándose por sonar seductora, vamos pues. Inmediatamente abandonamos la disco y tomamos el elevador para dirigirnos hacia mi habitación. Dentro del elevador la besé apasionadamente mientras la abrazaba por la espalda y apretaba sus senos, al mismo tiempo ella restregaba sus caderas contra mi pelvis. En ese punto yo ya no resistía más quería probar su hermoso y pequeño cuerpo, quería probar sus senos, quería penetrarla.

Llegamos a mi habitación y la conduje hasta la cama donde comenzamos un frenesí de caricias y poco a poco nos despojamos de nuestras ropas. Retiré su brassier y vi un hermosos par de senos pequeños pero perfectos inmediatamente me incline para lamerlos, besarlos y morderlos mientras con mis manos masajeaba su pubis. Comencé a hacerlo lenta y tiernamente  pero poco a poco acelere el ritmo, en sincronía con sus  gemidos, hasta pasar a ser como un animal en celo. Sentía como se humedecía lentamente su vagina a través de sus bragas, no lo resistí más e introduje furtivamente mis dedos en su vagina, elle liberó un suspiro de placer y jalo mi cara hacia la de ella y mordió mis labios. Mientras nos besábamos apasionadamente no dejaba de penetrarla con mis dedos , mis labios ahogaban sus gemidos de placer. De repente sentí como tomaba mi pene y lo estimulaba mientras escapaba de mis labios y lamia mi cara. Ya no pude más , en ese momento me abalance sobre ella, abrí sus piernas e introduje mi pene en su pequeña y estrecha vagina. La penetraba mientras apretaba sus senos con mis manos, empece lentamente pero al poco tiempo, el verla gemir, el verla sudar, el verla ruborizarse y el verla retorcerse de placer me hicieron aumentar el ritmo de la penetración.

Los movimientos de las caderas de Carolina me hicieron terminar y lo último que recuerdo de esa noche fue que continuamos besándonos hasta que los dos nos quedamos dormidos…..


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