Revista En Femenino

Mi bebé corre peligro

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

Creo que no vengo a contarte nada nuevo, pero si dicen que cuando eres madre vives en un estado permanente de alerta, creo que cuando tienes niños intensos este nivel de alerta aumenta de forma considerable.

peligro-niño

Como bien sabes, Bichito es un bebé intenso.

Tan intenso es que nada lo entretiene más de 2 o 3 minutos. Y tendrías que verlo. Es como un torbellino.

En el salón se acerca a la estantería de los libros y los saca todos. Luego se sienta, observa dos o tres (de eso no me quejo, tiene mucho interés por los cuentos y me encanta), pero enseguida busca su siguiente objetivo.

Tiene una habilidad destructiva que me fascina, porque no se le ocurre nada bueno.

Así como veo que otros niños abren cajones e investigan su interior, él no. Él abre un cajón, y lo cierra fuerte, y lo vuelve a abrir y así varias veces más. Incrementando en cada ocasión la probabilidad de pillarse un dedo.

La televisión. Suerte que tiene un pie de apoyo gigante, porque sino ya se la habría tirado encima. Le mete unos meneos que da miedo verlo. ¿Y el router? No sé cómo sigue vivo.

Los radiadores me aterran. Son máquinas pasivas de brechas en la frente y quemaduras. Cada vez que se acerca a uno, tiemblo. Porque a mí me gusta dejarle investigar y que se mueva libremente, pero que se ponga a chupar el pitorrito de la purga del propio radiador, pues como que no.

Tiene ideas muy locas y suerte que tenemos los enchufes tapados, porque tiene un interés tremendo por introducir cosas en ellos.

Además, vemos que se interesa por seguir descubriendo cosas, pero cuando alcanza algo nuevo, es para tirarlo y desmoronarlo todo.

Le fascina meterse el pienso de la perra en la boca y no sé cómo lo hace, porque aunque lo esté mirando fijamente, consigue llevarse la bolita a la boca antes de que yo llegue a su mano. ¿Y el agua? No hay nada tan divertido como tirarse el agua de la primogénita por encima.

Y ojo, porque cómo le cierres la puerta de la cocina para que no entre te monta una pataleta. Sí si, con 13 meses se tira al suelo (dándose a veces golpes en la cabeza que empeoran la situación) a llorar (sin lágrima alguna) porque no consigue lo que quiere.

¡Menudo carácter se gasta este niño!

Tenemos su habitación toda habilitada para que juegue sin hacerse daño, pero es que él quiere más y más. Eso de quedarse en su habitación jugando no va con él, y siempre se escapa usando una de sus sillitas a modo de andador a lo largo del pasillo.

Y si por el camino encuentra otro radiador intenta sacarle jugo por el pitorrito de la purga.

via GIPHY

Bichito es agotador. Es un torbellino lleno de ternura y con una mirada que enamora. Pero, ¡menudo bicharraco tengo por hijo!

¿Qué opinas de los niños tan “exploradores”? ¿Cómo haces para que no se haga daño? ¿O crees que debería dejarle más a su aire y que si se hace daño “acabará aprendiendo”?


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