A mi médico le hablé de la posibilidad de hacer una versión cefálica externa (VCE), ya que para mí era importante tener un parto vaginal y me contestó que él no las hacía, y que no las aconsejaba. Aun así respetó mi opinión y me dijo que si quería hacerlo lo hiciera con un Fulano de Copas que era el que más experiencia tenía. Y cómo es médico y estaba delante de una embaraza tuvo que poner la guinda del miedo... Sólo dijo que es sus años de carrera ha visto un caso con mal pronóstico tras una VCE (no especificó) pero no me contó cuantos malos pronóstico tras cesáreas había visto en su carrera...
Mi bebé jugando a ser gamba antes de bajar los pies para girar
Lo había intentado todo y seguía con un bebé de nalgas. Desde hacía meses había leído sobre mis opciones de parto vaginal, que intervenciones estaba dispuesta a soportar, por cuales no pasaría, tenía una Doula contratada, quería que mi hijo naciera con respeto y de manera natural... Esta claro que yo iba a parir vaginalmente a mi bebé, pero resulta que el no parecía querer nacer así. Fue muy frustrante tener que aceptar la posibilidad de una cesaréa por una cosa tan simple! Daté la vuelta ya bebé!! Lloré, desesperé, me sentí ridícula por querer con tantas ganas parir a mi hijo, volví a llorar, veía en las miradas de la gente 'ese niño ya no cabe en tu barriga para darse la vuelta' y llegué a la aceptación. Hay cosas que escapan a nuestro control, y esto es una lección que aprendí muy pronto en la maternidad y me ayudará siempre a aceptar lo inesperado.
Hablé con mi Doula que, como dicen aquí, conoce a todo el que es worth of knowing (digno de conocer) en parto y puerperio en Miami y me dijo: 've a ver a esta comadrona, es bruja y estoy en serio'. Y allí que me fui porque estaba dispuesta a darle todas las oportunidades para girar que pudiera. A estás alturas (semana 37) el bebé de verdad que lo intentaba, al menos 2 veces al día, pero siempre se trababa con su cabezota en la cadera y no había forma! Nunca se me olvidará el dolorcillo de su cabeza contra mis costillas flotantes... Me encontré a una señora adorable con edad de tener que haberse jubilado hace 5 años, y en silla de ruedas. Me palpó la barriga (yo le expliqué que había notado un cambio de posición en el último día) y me dijo que lo más probable es que hubiera subido los pies, preparándose para nacer de nalgas (así el culete puede dilatar el cervix) y que en ese caso no podía hacer nada por nosotros...
Y así fue, estaba en plan gamba, así que había decidió que no se iba a poder dar la vuelta y que tocaba nacer de nalgas. Y eso, siendo el primer parto, era algo por lo que no quería pasar (ver artículo de la OMS sobre el tema). Yo seguí con mis ejercicios y la acupuntura y a los 4 días bajo los pies pero no la cabeza, así que había esperanzas, y me volví corriendo a verla!!
A las 37 semanas y 4 días llegué a ver a la comadrona, escuchó los latidos de su corazón con el dopler, me palpó la barriga y encontró la cabeza de mi hijo, que jugaba al despiste. Se rió y le dijo 'Bebé, es tu hora, toca dar la vuelta'. Me llenó la barriga de aceite de lavanda y suavemente le sacó los pies de la cadera por la izquierda. Mientras le decía 'Bebé (llamándolo por su nombre), no te preocupes, todo está bien. Yo te voy a ayudar, estás con los ángeles . Y sacó sus pies de la parte baja de mi útero con facilidad! Quedaba lo peor, convencerlo de que él podía darse la vuelta, y que a pesar de mi cadera su cabeza cabía en ese hueco. Entonces me dijo que le cantase o que le hablase para que supiera que yo estaba con él y nada malo le iba a pasar. Empecé a cantarle la canción que le cantaba todas las noches desde la semana 22 (cuando empiezan a oír en el vientre) y en estrofa y medio se giró! Gracias a las manos de la comadrona que le enseñaron el camino y a la confianza que los 2 pusimos en ella!!! Un momento mágico, casi no me lo podía creer.
Fue una tarde felicísima! Y pudimos tener un parto vaginal precioso, que fue nuestro parto