Durante el embarazo hay muchas cosas que tienes que hacer: ir al médico, cuidarte, caminar… y además disfrutarlo. Disfrutarlo mucho. Cada vez existen más experiencias chulas para vivir durante el embarazo, y una de ellas es el Belly Painting, (pintabarrigas), que cada vez está más de moda.
¿Es obligatorio? No, pero es como las ecografías 5d, que sino lo haces ahora, ¿Cuándo sino? Os cuento como es un Belly Painting aquí en Zaragoza, y al final os enseño fotos de mi experiencia 😀
Como reservar un Belly Painting
Lo primero que tienes que hacer es encontrar quien te pinte la barriga. Puede pintártela tu hijo/hija mayor o un sobrino, pero no queda igual, ya te lo digo yo, que dejé a mi hija mi tripa como lienzo, aunque eso sí, lo pasamos estupendamente.
Cuando elijas quien te pinte la barriga, en mi caso fue Steph de Se me antoja una fiesta, que la conozco hace años, hay que poner fecha.
¿Cuándo es mejor pintarse la barriga? Puedes pintártela ¡¡cuando tú quieras!! Pero lo habitual suele ser al final del embarazo alrededor de la semana 32-35, que ya tendrás buena tripa y si se te adelantase el parto, ya te habría dado tiempo a pintártela. Lo que pasa es que cada vez se usa más el pintabarrigas, el belly painting para anunciar el sexo del bebé, y esta pintura se suele hacer entre la semana 18-25 que es cuando te suelen confirmar si esperas niño o niña. Os dejo esta imagen de Paloma y su gender reveal con belly painting y Se me antoja una fiesta:
En mi caso, la sesión de Belly Painting de mi tercer embarazo fue en la semana 37, porque justo con las Navidades antes no pudimos quedar antes, además no hago grandes tripas, y así cuanto más tarde, había más lienzo para pintar.
Lo que me costó fue elegir un dibujo para el Belly Painting.
¿Qué dibujo elegir para una sesión de Belly Painting?
Hay quien lo tiene clarísimo: La sirenita, Mickey, un arcoiris, otros personajes infantiles como Songoku (sí, si hubiera sido chico mi marido hubiera elegido esta opción). Lo mejor es buscar ideas e inspiración por Internet y luego comentarlo con la persona que te pinta la tripa. Os dejo el tablero de Pinterest con ideas que vi y me gustaban.
Yo elegí la opción de dibujo de que fuera un bebé que “sale” de mi tripa, pero le pedí a Steph que personalizara a ese bebé dándole un parecido a mis hijos, suponemos que la tercera se parecerá a sus hermanos, porque parece que gana la genética del papi 😉 .
Mi experiencia haciéndome un Belly Painting
Steph ha tenido paciencia conmigo, para encontrar fecha, para encontrar el dibujo adecuado… ha sido fenomenal.
La tarde del belly painting quedamos en Zaragoza en el local de Carolina de Gris Medio fotografía, porque muchas sesiones de Belly Painting se hacen allí para hacernos después un pequeño reportaje con Gris medio fotografía ¡¡Una maravilla!!
Steph trajo el dibujo que me iba a hacer en papel, dibujo que nos regaló para quedárnoslo de recuerdo, y durante casi una hora lo dibujó sobre mi tripa.
Que te pinten la tripa es relajante y curioso. Relajante porque no haces otra cosa que estar sentada mirándote la tripa, tranquilamente de conversación, y cusioso porque el bebé desde dentro va reaccionando a los movimientos de los pinceles, como si le hicieran cosquillas. Cuanto más cuidado hay que tener para pintar detalles, más se mueve el bebé, ¡¡de verdad!!
Durante la sesión el resto de la familia estuvieron ahí al lado jugando, e incluso la mayor participó y pintó un poquito de la tripa, por ella, hubiera pintado todo, le encanta.
Al terminar Carolina nos hizo fotografías ¡¡que bonito recuerdo!! Y ahora sí, os enseño cual fue el dibujo y el resultado de las imágenes:
¿Qué os parece? ¡Me encantó el dibujo y el resultado!
¿Os habéis pintando la tripa u os apetece probar la experiencia?