Revista Decoración
Cuando perdí mi trabajo en marzo del año pasado, empecé a plantearme muchas cosas de forma distinta y en el mes de mayo decidí crear Caramel Cappuccino para bloguear de todo aquello que me diera la gana y me gustara. Para que me conociérais un poquito más y para disfrutar de este mundillo que siempre me ha encantado.
Esta semana hace un año de eso, aunque llevo más tiempo blogueando, y mientras recapitulaba sobre todo lo ocurrido desde entonces, he llegado a la conclusión de que me queda mucho por aprender. Veo que sé un poquito más que cuando empecé hace tres años. Que el funcionamiento de los blogs y la blogosfera está cambiando mucho (Grace de Sponge*Design escribió sobre esto) y que a parte de los procedimientos técnicos, esto hay que aprenderlo cada día, como todo en la vida.
He aprendido que para tener cierta relevancia o éxito, no se trata de ser el mejor en algo, sino en aportar algo distinto y único, aunque otros sean mejores que tú en ese algo.
También he aprendido que al admirar a alguien, uno intenta inconscientemente parecerse a ese alguien, y que hay que tener muy clara la diferencia entre inspiración e imitación. Porque en las imitaciones caemos todos, aunque no nos demos cuenta, y con los blogs pasa lo mismo.
Ha pasado un año, y sería una tontería seguir adelante sin más, sin tener en cuenta los doce meses que han pasado y no mirar el cuadro general de las cosas para los próximos doce. ¿No creéis?
No quiero enrollarme más. Sólo quería daros las gracias por haberme acompañado a lo largo de este año, a menudo accidentado, que ha significado el comienzo de muchas cosas y el fin de otras.
¡Hasta la próxima!
(Imagen de Alicia Bock)