Revista Comunicación

Mi decepción con el #manifiesto

Publicado el 23 marzo 2010 por Raulalgo

Lo hemos vuelto a hacer, o no entendemos nada o tenemos la cara muy dura, no se me ocurre otra explicación. Si hay algo que me molesta de verdad es la hipocresía. A mí me puedes defender la mayor barbaridad, sólo te pido que vengas de frente. Por eso me molestan tanto los movimientos de determinados grupos de presión como la SGAE. No porque defiendan un modelo de negocio obsoleto, a fin de cuentas es el suyo, eso lo comprendo (otra cosa es que posiblemente haya otras estrategias que supongan mejores alternativas para alcanzar sus intereses); no me importa que se aprovechen de una situación de influencia para marcar su agenda, ¿quien no usaría esa posición? Ya pondrá el tiempo y la ciudadanía a unos y otros en su sitio. Lo que me molestó siempre es que el argumento esgrimido fuera el de la cultura y la música, muy noble, cuando lo único que les preocupaba era que se estaban quedando sin negocio y no sabían cómo salir de esa situación.

Lo dicho, vayamos de frente. Prefiero alguien que defienda abiertamente, sin trampas y a las claras una locura que alguien que venga escondiendo sus verdaderas intenciones por muy correcta que sea su actividad y sus intenciones. Por eso no me gusta el rumbo que está tomando el asunto del manifiesto, porque se está tomando un tema que efectivamente es muy grave para jugar con él hasta el extremo de dejar entrever preocupaciones mucho más mundanas. Entendía que el manifiesto estaba escrito en defensa de los derechos fundamentales en internet, pero ahora parece que para algunos descargarse películas es un derecho fundamental. Lo dicho, o no entendemos nada o tenemos la cara muy dura.

La Disposición Final 1ª de la LES es gravísima por sí sola, porque autoriza el cierre de una web sin mediación judicial y lo hace según unos términos demasiado vagos en los que casi cualquiera podría caer en una infracción de los derechos de propiedad intelectual, dependiendo de la interpretación de este término. Sin embargo, hace unos días cuando se aprueba la ley, la última protesta viene encabezada por seriesyonkis.com que cierra su portal durante unas horas a modo de protesta mientras media blogosfera se hace eco de su "gesto".

Que nadie me malinterprete, sé que compartir archivos no es delito (ojo, compartir, en seriesyonkis enlazan capítulos a megavideo y eso es difundir, generalmente sin autorización del autor); sé también que un enlace no es lo mismo que el contenido al que apunta ergo la mayoría de páginas de enlaces son igualmente legales; y por si alguien tiene una duda yo también he usado páginas de enlaces, no creo que eso me desautorice para decir lo que pienso. Sin embargo, en todo esto es seriesyonkis, o cualquier otra página de enlaces, quien menos pena me da básicamente por dos razones: primero porque los jueces les han dado repetidamente la razón y al final esta ley tiene las de perder si no se mete a un juez en el proceso (porque la propia ley se recurirá así como los primeros cierres, es cuestión de tiempo) y segundo porque no dejan de estar lucrándose con el trabajo de otros, eso será legal pero no es ético.

Y esta pataleta del día ¿a qué viene? me diréis algunos. Pues a que creo que o las páginas de enlaces, por ese dilema propio de su naturaleza, deberían haber elegido un discreto segundo plano en todo este asunto, o los blogueros deberíamos haber marcado distancias con ellas si de verdad queremos darle el valor que tiene a nuestra protesta. Será legal, pero una página de enlaces no me parece un lugar donde se esté ejercitando la libertad de expresión.


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