La idea de erigir este rancho en su finca familiar venía dando vueltas en la cabeza de su propietario, Carlos Vásquez, desde hacía mucho tiempo. De hecho, cuando era niño y jugaba en el solar de 2,000 metros cuadrados que hoy ocupa Rancho Remiendo, ya soñaba con construir esta casa en un antiguo potrero ubicado frente a la casa de su abuelo.
De hecho, una vez graduado como arquitecto, Vásquez comenzó a almacenar todos los retazos, sobrantes y desperdicios funcionales de las diferentes obras (oficinas, residencias, villas y hoteles) que fue construyendo a través de Constructora Interamerica (su empresa), desde 1999.
Disperso a lo largo y ancho del lote donde erigió la propiedad, el gran volumen de muebles y materiales acumulados por este profesional lo acercaban cada vez más a la concretización de esta construcción, que fue bautizada desde su inicio como “Rancho Remiendo” y que, tras las chanzas de sus amigos y familiares, terminó convirtiéndose en una sorpresa e inspiración para todos los que la visitan.
