Primero decir que era lo que más deseaba en el mundo así que cuando me enteré fui la más feliz del mundo peeeero las hormonas me jugaron una mala pasada. Era muy feliz pero estaba constantemente de mal humor. Todo me molestaba, la gente me decía; yo fui súper feliz en la etapa del embarazo!!! Sí, yo también, pero la verdad lo recuerdo más bien como algo amargo.
El vikingo fue buscado pero no pensábamos que llegaría tan pronto jejeje ¡a la primera! (una suerte, lo sé). Las primeras 12 semanas se pasaron bastante "tranquilas" de hecho nos fuimos de viaje a noruega y todo, no tuve vómitos, ni mareos. Quitando los miedos a abortar (como toda primeriza...o me diréis que cuando ibais al aseo no mirabais que el papel siguiera blanco al limpiaros???), y también que me puse muchísimas veces mala, cistitis, constipado...
Lo peor fue en la eco de las 12 semanas, te miden el feto, si hay hueso nasal, el ductus, y la translucencia nucal (para quien no sepa que es esto, así para entenderlo, es un pliegue que hay detrás de la nuca que lo miden, normalmente si mide mucho puede ser síntoma de un feto con síndrome de down), mi TN estaba dentro de los limites, pero en el limite, la ginecóloga me dijo que no me preocupara, que antes tenían que comprobarlo con la analítica de sangre y demás cosas. Pero una servidora que no paro de leer cosas en google....loca que está, me raye un poco.En fin, así entramos en el segundo trimestre, el peor de todos. Mis hormonas seguían a la suya aun que aveces me daban una tregua. Estábamos ilusionados porque nos dirían el sexo del bebé (aunque yo ya sabia que seria una picha ;)).
Me llamaron un día del hospital y debía acudir a una cita, me asusté, no era normalmente el protocolo normal, así que me lo olía. Cuando llegué me dijeron lo que yo ya temía, las pruebas habían dado riesgo alto para síndrome de down y tenían que hacerme la amniocentesis. Llore, llore muchísimo. Después de calmarme y pasar unos días ya que la prueba me la mandaron para una semana después, mi pareja y yo hablamos sobre las posibilidades y llegamos a un acuerdo.Lloraba todos los días para que os voy a mentir, eran decisiones muy duras las que habría que tomar. El pinchazo me dolió, sí, la gente dice que no duele pues a mi sí, y además me pincharon dos veces. La espera fue lo peor, y encima que tardan muchísimo en dar los resultados y eso que el mio iba por urgente ya que nos acercábamos a la semana 20. Esos días aparte del reposo, estar todo el día acostada sin nada que hacer, dándole vueltas a la cabeza, leyendo cosas que no debía....en fin, fue duro.
Llego el día que me daban los resultados y como podéis imaginar era un flan, cuando entre en la sala y la ginecóloga me dijo; ¡¡¡tú bebé esta perfecto!!! No pude más que volver a llorar...
El tercer trimestre fue el más pesado, me encontraba sin ninguna energía, las noches eran malas, y encima cogí mucho peso a lo que me pusieron a dieta y lo lleve bastante mal, lloraba porque quería comer jajaja hasta soñaba con la comida y todo. Las hormonas estaban otra vez en su auge, así que la mayoría de los días estaba de muy mal humor jajajaja. A todo esto iba preparándome para el parto, leyendo muchísimo sobre lactancia, piel con piel.... Y sin previo aviso, sin estar preparada, y antes de tiempo llegó mi vikingo, pero esto lo dejo para otro post. ;)