Creo que para muchos de vosotros las vacaciones se han acabado hoy. Siempre he odiado el final de agosto. Para mí el verano siempre ha sido el mes de julio, cuando faltaba muchísimo para volver al cole. Y me he quedado con esa manía. El mes de agosto no me gusta.
Aunque ahora en lo que más pienso es en cuando me veré con ánimos de pedir la baja. No descanso por las noches, me levanto con la espalda crujiente y me paso el día en plan zombie. Pero me aterra sentarme enfrente de mi doctora de cabecera y que me diga “aún es muy pronto, tú estás bien”.
La última vez que la visité le pedí que me derivase al traumatólogo o algo, y ella me dijo que mejor me recomendaba un osteópata, pero claro, me lo tengo que pagar yo. ¡Vaya gracia! Total, busqué y no me terminaba de convencer ninguno, además que no me fío yo de que me recoloquen la espalda con todo el barrigón por muy profesionales que sean, me da miedo.
Así ha sido mi 25ª semana de embarazo.
- Ascos a mis comidas favoritas
Quería hacer un poco de dieta preparatoria antes del O’Sullivan, e incluye carne y pescado, claro. Solo de pensarlo me dan náuseas y eso que a estas alturas han desaparecido completamente. Tengo el análisis pasado mañana y aún no me he visto capaz de probar una pechuga de pollo… ¡uf!
- Pechos
Ya os dije que habían crecido, pero esta semana en concreto, una amiga me dijo “uy que tetas!” y unas amigas a las que les envié una foto también remarcaron el tamaño de mis pechos. Y es que sí, están más grandes. A veces me duelen un poco, me da algún pinchacito.
- Flujo
No diré nada más. Esto sigue a tope.
- Dolor de espalda
Ahora mismo ya me duelen de forma constante las lumbares y las caderas. Irme a la cama por la noche me está empezando a resultar algo negativo, pues sé que me despertaré peor. Incluso un día al incorporarme me crujió la espalda.
Necesito dormir, pero no en una cama, sino flotando en el agua, no sé. Esta misma semana sin falta me paso por el gimnasio para apuntarme a la piscina por libre. Solo me quedan un par de meses de poder bañarme, pero pienso aprovecharlos.
- Tránsito intestinal
Estoy muy contenta respecto a este tema. Aún no he experimentado el estreñimiento del embarazo, y espero que siga así.
- Ganas de hacer pipí
Sigo levantándome cada noche para hacer pipí. A veces una vez, a veces varias. Entre la espalda y el pipí, una no puede dormir más de 3-4 horas seguidas.
- Síndrome del túnel carpiano
El otro día volví a despertarme con las dos manos dormidas, ¡qué desagradable! No me ocurre cada noche, pero parece que la frecuencia aumenta.
- Ardor
Durante mis vacaciones a principios de agosto tuve varios días seguidos de ardores, y dejó de pasarme. Esta semana he vuelto a tenerlos, pero más light. Además, yo nunca había tenido ardores y me flipa como siento que “se apaga un fuego” al beber agua fría. Aunque luego vuelven a molestar. Normalmente un poco de leche me ayuda.
- Antojos
Es algo que mucha gente me pregunta “¿y has tenido antojos?”. Lo primero que se me ocurre es que no, porque no me he vuelto loca en ningún momento de decir “quiero comer esto y lo quiero ahora”, pero si que es verdad que me ha dado más por las pipas. Lo malo es como se queda la boca después, pero al comérmelas lo disfruto mucho, jeje.
- Movimientos de Bichito
Esta semana Bichito tuvo varios días tranquilotes. Tan tranquilotes que quizás me rayé un poco. Pero se me pasó enseguida al volver a notar a mi niño.
Es muy gracioso cuando la barriga se me deforma, supongo que es porque se da la vuelta. También da mucha impresión sentir eso, pero me encanta. Últimamente me empieza a patear minutos antes de que suene mi despertador, así que me quedo en la cama, de lado, con todo el dolor de espalda para poder notarlo y así levantarme con una sonrisa en la cara.
Podéis ver aquí los síntomas de la semana 24 de embarazo.
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