Revista En Femenino

Mi embarazo semana a semana: Semana 38

Por Clara Ingeniera @mamaingeniera

No me puedo creer que hoy cumpla 38 semanas de embarazo. Me he pasado toda la semana pasada esperando que hubiese algún movimiento, a tener algún pródromo de parto (contracciones de mentirijilla, vamos), pero no ha pasado nada de nada.

Hoy os contaré como ha transcurrido la semana además de nuevos síntomas que me tienen un poco trastocada:

  • Asco a algunas comidas

Aunque os dije que había probado un poco de pollo, todavía no me he atrevido a probarlo. Y es que ayer domingo, el olor de los pollos asados de la tienda que hay cerca de mi casa me dio un ascazo tremendo.

Parece que va a ratos o que quizás depende de la intensidad del olor del pollo. Ni idea, ¡pero sigo sin comer pescado ni pollo!

  • Pechos

El otro día tuve que hacer una consulta con Alba Lactancia y es que vi que a mi pezón derecho le pasaba algo raro. Os vais a reír pero os lo voy a contar igualmente.

Algunos días me veía los pezones blancuzcos, como resecos. Además, algún día, tocando el pezón derecho, me quedé con una bolita blanco-amarillenta en la mano. Lo primero que pensé fue que se me estaba cayendo el pezón a cachos, a pesar de que esa bolita no me había dejado ni herida ni nada.

Ni corta ni perezosa, hice la consulta pertinente a lo que me respondieron que probablemente sería calostro. “Pero yo no he goteado calostro!” a lo que me respondieron que el calostro no gotea porque es espesote y que quizás no me había dado ni cuenta de que llevaba semanas saliendo a poquito para crearme esas bolitas que se secaban en la superficie.

Me quedé un poco dubitativa y dije “voy a estrujarme la teta a ver que pasa“. Y ocurrió. Me estrujé la teta como dicen en las fotos que hay que hacerlo y salió una gotita de algo amarillento. Una gotita pequeña, pero ahí estaba.

¡Qué fuerte, qué fuerte! Yo preocupada pensando que llegaría el día del parto con mis pechos vacíos porque no había visto ningún signo de calostro y resultaba que ahí tenía una gota. Quizás os parezca una gilipollez, pero no os imagináis la ilusión que me hizo.

  • Línea nigra

Desde que apareció ahí sigue. Ya no se ha pigmentado más ni nada.

  • Flujo

Sigo con descargas puntuales. Alguna me ha parecido más grande que otra y parece que estoy a la espera de ver el famoso tapón mucoso. Pero nada, aquí no se ve nada.

  • Dolor de espalda

El dolor de las dorsales y las cervicales llegó a tal punto el jueves pasado, que comencé a tener vértigos.

No sé si alguna vez habéis tenido vértigos, pero es muy desagradable porque pierdes el equilibrio. No estás mareado como cuando te falta azúcar, no. Te encuentras bien, pero es como si tu campo de visión se torciese, como si girase 90º e irremediablemente, caminas de lado porque pierdes tus referencias.

No era la primera vez que me ocurría y por eso lo detecté pronto. El viernes por la mañana me volvió a pasar yendo sola por la calle y pedí un masaje de urgencia por la tarde.

En el masaje, me sentaron en un taburete y apoye el torso en la camilla. Se centraron únicamente en las cervicales y en las dorsales. Fueron 30 minutos muy efectivos porque esta mujer conoce mis problemas desde hace tiempo y siempre me deja ideal.

No he vuelto a tener más vértigos ni dolor de contractura. Así que ¡ya estoy lista!

  • Dolor de cadera

De vez en cuando me dan pinchazos en la cadera combinados con los calambres de las ingles. Voy bien servida.

  • Calambres en las ingles

Ya no solo me pasa en la ingle izquierda. Ahora también ocurre en la derecha, pero con menos frecuencia que en la izquierda.

  • Sangrado de la nariz

Raro raro. Durante esta semana ya no me ha sangrado la nariz. Es super curioso porque he estado todo el embarazo así. En plan, una semana sí, unas cuantas que no. Luego si, luego no. No sé por qué debe ocurrir.

  • Tobillos hinchados

También de repente, se me han hinchado los tobillos. Que no los pies, que siguen intactos. Durante todo el día están hinchados por lo que tengo “pantobillos” (pantorrilas-tobillos).

  • Insomnio

Hay noches que me duele la cabeza del sueño que tengo pero es imposible conciliarlo. Es agotador querer dormir y no poder, ya sea porque no me centro o porque estoy muy incómoda en la cama.

  • Ganas de hacer pipí

Sigo meando un montón, sobre todo cuando me viene una contracción de Braxton Hicks que parece que me lo presiona todo.

  • Contracciones de Braxton Hicks

He seguido teniéndolas y quizás han aumentado de frecuencia. Tengo un montón durante el día, pero finalmente, el día de luna llena, no pasó nada. Ni siquiera en monitores.

Durante la media hora que estuve con las correas puestas no tuve ni una sola contracción.

  • Ardor

Esta semana ha aparecido de repente el ardor. Apareció un día y pensé que era algo puntual, pero han ido pasando los días y con la tontería, he estado casi todo el día sufriéndolo.

A estas alturas no sé si ir a comprar Ranitidina y tomármela porque quiero pensar que me queda nada, pero como me quieran dejar hasta las 42 semanas, eso son 4 semanotas más.

Luego tengo que ir a renovar la baja. Se lo diré a la doctora de cabecera a ver que me recomienda y listos, pero seguro que me la acabo comprando.

  • Cambios de humor

Esto lo comenté ayer por Twitter y es que paso de la carcajada al llanto. Bien es cierto que maridín ha estado malucho con sus cosas las últimas semanas y empiezo a pensar que está más relacionado con eso que con mis hormonas, pero estas últimas, tampoco ayudan.

Ayer fue una auténtica montaña rusa porque de buena mañana vi un vídeo de estos de Cabronazi y me empecé a reír a carcajadas. A reír sin poder parar. Esta risa se transformó en llanto porque empecé a sentir una ansiedad muy chunga en el pecho. Totalmente descontrolada.

A lo largo del día, iba estando bien a ratos, pero a ratos, me caía alguna lagrimilla sin saber por qué. Me notaba la tristeza habitual de mis síndromes premenstruales, esa tristeza que no sabes ni porqué está ahí ni porqué ha llegado y aunque sepas que no es real, la sientes como tal. A eso le sumaba un sentimiento de culpabilidad enorme porque “no estoy disfrutando de mis últimas semanas de embarazo“, y es que ahora que lo pienso, se me han juntado muchas cosas.

Maridín lleva “malucho” unas 3 semanas sin saber que es lo que le pasa a pesar de haber estado en dos hospitales distintos. Esto me preocupa, evidentemente, y quiero que se le pase antes de que nazca Bichito porque le necesito ahí, al 250%. Creo que me da miedo de que no sea así, y me siento sola, muy sola. No os preocupéis porque grave no es, pero es algo que a él le tiene en otro lado, que junto a que cambia de empresa mañana mismo, lo tiene estresado perdido.

Después está la diabetes gestacional, que aunque esta semana la he conseguido controlar, estoy harta, muy harta de comer así, de pincharme y de tener tantos moratones que ya no saber donde clavar la aguja.

Y luego está mi movimiento natural de hormonas que también me tiene frita. Menos mal que hoy parece que me he levantado bien y contenta, ¡gracias universo!

  • Movimientos de Bichito

Tal y como os dije la semana pasada, los movimientos de Bichito ya no son tan evidentes. Ahora parece que tengan horarios, que pasen X horas entre cada episodio de movimientos.

Me da que pensar que este niño ya tiene hasta sus propios horarios. ¡Qué nazca ya que yo quiero verle!

Podéis ver aquí los síntomas de la semana 37 de embarazo.


Mi embarazo semana a semana: Semana 38
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