El otro día recorriendo vuestros blogs, me encontré con una entrada en el blog de Holden (al que si no seguís deberíais hacerlo) participando en una iniciativa, que me resultó simpática. En esta iniciativa muestran su espacio a la blogosfera. Me pareció simpática la idea y como nadie me iba a invitar a hacerlo, he decidido usar esta jeta extraterrestre que tengo para participar y mostraros mi espacio.
Mi espacio es infinito, pero mi espacio en la Tierra, en el que paso más horas, prácticamente todo el día, es ligeramente más pequeño y os lo puedo enseñar con un par de fotos, una si tuviera una buena cámara con un gran angular. Desde hace un año aproximadamente estoy en esta ubicación, anteriormente estaba en otra habitación, a la que tengo previsto regresar en algún momento entre que tengo que arreglarla y el momento en que lo haga.
Como podéis ver en la foto de cabecera, ese es mi sitio. En ese espacio tan reducido lo tengo todo, trabajos, archivos, documentos, facturas, etc. Porque es como uno de esos objetos mágicos de Doráemon, entras dentro del disco que tengo detrás del ordenador y se abre un mundo infinito, bueno casi, de 1 Tera en el que guardo todo lo que necesito para trabajar.
Ordenador, teléfono y agenda es todo lo que necesito, bueno también los auriculares, porque llega un momento que los dibujos me saturan y necesito descongestionar mi cerebro para poder seguir trabajando, eso es lo que tiene trabajar en casa para estar con tu hijo.
Lo único ajeno a mi trabajo que hay en mi espacio es el servilletero de Coca-Cola, que no tiene servilletas, pero que me encanta, y de paso me sirve para sujetar los auriculares cuando no los tengo puestos.
A mi derecha encontramos el sofá/cama/zona de juegos/ escondite de juguetes.
En este lado, pegadito a mi está bebécangrejo. Le abro el sofá para no estar todo el tiempo pendiente por si se cae, que lo hace a veces, porque le encanta gatear hasta el borde y asomarse. En ese sofá ve dibujos, juega con sus juguetes, me quita la funda del sofá para esconder detrás sus cosas, viene a verme.
Se apoya en la mesa y empieza a tocar todo lo que puede, todo cuanto está al alcance de su mano y no me ha dado tiempo a retirar, aunque por suerte, tengo pocas cosas en la mesa, lo malo es cuando engancha alguno de los cables ratón o disco externo y al tirar se lleva el ordenador y todo lo que tiene conectado, es decir, todo menos la mesa.
Detrás de mi esta el mueble del salón, galería de exposiciones y zona de ocio. Si la estancia ya es pequeña de por si, imaginaros con el parque, el triciclo y el sofá abierto. Este mueble pide a gritos la jubilación, pero no es posible, y como los suecos de los muebles no me lo van a regalar, tendrá que seguir un tiempo más.
Como podéis ver la vitrina del mueble esta decorada con mucho gusto por cangrejito con dibujos suyos, recortes de alguna revista, pegatinas, etc. Antes el ventanal estaba igual, pero decidimos despejarlo y dejar que volviera a entrar luz en la casa, porque ya se nos estaban afilando los colmillos.
Tenemos una manta para poner en e suelo y que cangrejito pueda jugar también ahí y perseguir a Linda, nuestra cocker que está en su cama al fondo, debajo de la mesa. La verdad es que le encanta estar ahí, desde que le puse su cama debajo de esa mesa pasa más tiempo allí, debe ser que es como su cueva.
La mochila para porteo no suele estar ahí, pero como la acabamos de usar pues mira. Junto a la tele la zona de ocio de cangrejito y mía, con la PS3 y la PS4 de la que ya os conté la historia.
Bien, hasta aquí la presentación de mi pequeño espacio de trabajo, familiar y de ocio. Es pequeño, pero cabemos todos, ¿os apetece tomar algo?