Mi experiencia con la Isotretinoína, Mayesta

Hola chicas, ¿Qué tal andamos? Hoy vengo a hablaros de un tema muy importante que a muchas chicas les puede afectar, el acné en la edad adulta. ¿Os acordáis que durante los últimos meses os comentaba que estaba siguiendo un tratamiento dermatológico? Pues acabé con él hace más o menos un mes y quiero hablaros de cómo me ha ido, los efectos secundarios que he experimentado y en general mi opinión en estos meses. Por eso, esta entrada no va a tener muchas fotos y puede que os parezca muy coñazo pero quiero ayudar a las chicas/os que, como yo en su momento, buscan información sobre que pueden esperar de esta medicación.

Ante todo que quede claro que este tratamiento TIENE QUE ESTAR BAJO SUPERVISIÓN MÉDICA EN TODO MOMENTO, así que si pensáis que esta medicación es lo que necesitáis para vuestro problema de acné acudid al médico de cabecera y realizaros pruebas.

Antecedentes:

Antes de todo os voy a hablar de cómo es mi piel. Siempre la he tenido mixta-sensible, pero por suerte pasé una adolescencia sin apenas granos. Sí que me salían como a cualquier adolescente pero comparada con otras amigas se puede decir que no sufrí el acné en aquella época. Aún así cómo siempre me gustó el mundo de la cosmética me cuidaba la piel, a lo mejor no cómo debía o siguiendo una rutina muy disciplinaria pero algo intentaba. Todo esto cambió cuando cumplí los 22, ahí la cosa cambió y comencé a sufrir brotes de acné más o menos persistentes. Yo siempre les achacaba al estrés de la carrera, de los exámenes, a cremas no adecuadas, mi amor por el chocolate y un largo etc.. Rara era la época que no tendría un par de granitos rebeldes, por lo que empecé a usar bases de maquillaje muy cubrientes para ir a todas partes y tenía la piel muy cetrina y sin luminosidad. Las marcas cada vez iban a más y cada día estaba más disgustada con mi tono de piel.  

Localizar el problema:

Cuando ya daba por hecho que el tema iba a durar para siempre, acudí al médico por unos temas de salud totalmente diferentes a este y el médico me mandó al dermatólogo porque no era normal lo que me estaba pasando. Así que después de unas pruebas dieron con el problema: ovarios poliquisticos por lo que el acné procedía de ahí. Una vez localizado, comencé el tratamiento en enero de este año (tras pasar unas navidades tranquilas).
Como mi problema no era muy grave y se trataba simplemente de un par de granitos que no paraban de salir, mi doctora se decantó por una dosis suave de Mayesta.

En lo que dura el tratamiento no podemos beber alcohol (de ahí que empezará después de las navidades), debemos usar cosméticos oil-free (aunque eso siempre debe ser así), y usar cremas hidratantes indicadas para pieles que estén sufriendo tratamientos secantes. Y lo más importante, no podemos quedarnos embarazadas porque está medicación puede deformar el feto, de ahí que a la hora de recetarte estas pastillas tienes que firmar unos cuantos formularios para dejar constancia de que entiendes los riesgos y no les vas a demandar si esto ocurre. 

En qué consiste el tratamiento:

Mayesta son pastillas de un tono marrón chocolate que deben tomarse una vez al día y siempre acompañada de comida. En mi caso lo tomaba al mediodía en cuanto terminaba de comer para no olvidarme de ella. Su precio varia según vuestra situación en la seguridad social, me refiero si seguís asociados al número de afiliación de vuestros padres o, por ser trabajadores, tenéis el vuestro propio. Así que el precio en la primera situación son unos 13€ y en el segundo caso unos 15€. Cada caja da para un mes y medio de tratamiento. 

Efectos secundarios que he experimentado:

De primeras, cuando leí el prospecto me asusté de toda la lista de efectos secundarios que podemos sufrir pero eso siempre depende de la persona que lo está tomando. Así que yo sólo os voy a hablar de los que he padecido, que no han sido muchos pero si que alguno ha sido más difícil de sobrellevar.

•  Los primeros días noté fuertes dolores musculares a la altura de las lumbares, como si hubiera recibido un puñetazo muy fuerte y que apenas me dejaban moverme. Esto era debido a que la medicación hace que tengas dolores musculares, por lo que recomiendan realizar un ejercicio suave ya que durante un tiempo puedes sentirte más débil y más cansada de lo normal. A mi me duró un par de semanas y luego regresé a mi rutina de realizar ejercicios de pilates para la espalda. 
• Uno de los efectos secundarios que se experimentan es el aumento del colesterol en sangre, por lo que debemos llevar una dieta muy sana. Los días que cenaba pizza o cualquier otra guarrería que tantos nos gusta (hamburguesas, pasta, etc..) sufría nauseas por la noche y no podía dormir, por suerte esto paso rápido. Además debemos hacernos analíticas cada mes y medio, algo que no llevaba muy bien porque soy de las que las sacan sangre y se cae redonda al suelo. 
• Al cabo de una semana ya notaba que no me salían granos, con lo que estaba la mar de contenta, pero esa alegría me duró más bien poco, porque en los siguientes días notaba la piel muy seca. A medida que fueron pasando los meses la piel se me pelaba todos los días, el rostro le tenía muy muy sensible, hasta el punto que gesticular al hablar me dolía la zona de la barbilla, labio superior y aletas de la nariz. 

En la foto podéis ver cómo de pelada tenía esa zona, y eso que era un día bueno, parecía que estaba resfriada todos los días y ya no os cuento la odisea que era sonarme la nariz o incluso maquillarme. Tenía que aplicarme la crema hidratante casi cada 3 horas, un engorro si querías salir arreglada y mona. 
A pesar de que no se puede hacer, me tenía que exfoliar la piel una vez a la semana porque sino las pieles muertas no se caían solas. Lo que hacía era usar menos cantidad (menos de un guisante), no apretar y aplicar el producto en menos de 1mint, para no irritar la piel más de lo debido.

• A la sequedad de la piel se unió la de los labios. Este ha sido el efecto secundario que más he sufrido y que peor llevaba. Nada más levantarme de la cama tenía que aplicarme el balsamo labial, cada vez que bebía otra vez, antes de entrar a la ducha otra vez, al salir, etc.... Si no llevaba balsamo me escocían los labios, me picaban y hasta me podían llegar a sangrar. Usar una barra de labios se convirtió en misión imposible y la única solución era: exfoliar, hidratar, usar tinte labial, y volver a hidratar. Los tonos cremosos no me duraban nada y se me escurrían por el labio a pesar de delinear, así que lo deje por imposible. Mira que soy de labios secos pero es que esto era imposible de sobrellevar, sí hasta al lavarme la cara me escocían!! 

Ya os hablé hace tiempo de los balsamos labiales (aquí), y de todos el único que notaba alivio e hidratación era el Carmex. Aquí cada una puede usar el que mejor te vaya o el que más te guste, la cosa es probar hasta dar con el adecuado. 

• En algunos momentos puntuales, sobre todo al sonarme, me sangraba la nariz. Ojo, no mucho, lo típico de cuando te suenas mucho porque estas resfriada, pero bueno, era un poco engorroso si te pasaba en la calle. 
• También sufrí sequedad ocular, aunque seguía usando las lentillas notaba que no podía estar con ellas tantas hora como antes y que incluso los días que no las usaba, al llegar la noche notaba los ojos muy cansados. 
• El último efecto secundario que he sufrido llegó tarde pero golpeó con fuerza, y nunca mejor dicho, porque me afecto al intestino. En un principio no debería de afectar a esa zona, pero en mi caso los últimos 3 meses cada vez que comía me dolía todo el sistema digestivo, y no tipo he comido mucho o algo así, sino pinchazos por todo el intestino y lo llegue a pasar muy mal. Por suerte eso ya pasó y no he vuelto a tener dolores en esa zona. 

Ya os digo que la lista de efectos secundarios es larga, pero yo solo he sufrido de los que hablado y no es plan de asustar a nadie innecesariamente. 

¿Contenta con los resultados?

Después de 6 meses con el tratamiento puedo decir que estoy muy feliz con el resultado, tengo la piel sin granos, las marcas se han difuminado lo suficiente para que no me molesten y tengo un tono saludable, y eso que en verano me salen pecas a lo poco que me da el sol. Ya puedo salir a la calle sin usar bases pesadas, es más, ahora sólo quiero cosas muy ligeras y que cubran poco. Durante el último mes uso más polvos que bases porque no quiero cargar la piel. 
También tengo menos brillos en la zona T, incluso podría decir que tengo la piel más normal que mixta pero esto no lo podré comprobar bien hasta que pase el verano. Por fin puedo usar labiales cremosos sin miedo a que se queden a trozos o que se me escurran por todas partes. 
Eso sí, tengo que continuar con cosméticos oil-free todo el tiempo.

¿Esto es definitivo?

Por desgracia no, los granos pueden volver en cualquier momento, no es una solución definitiva ya que el cuerpo cambia con el paso del tiempo y aún más el de la mujer. Así que puedo quedarme así para lo que me queda de vida, o que dentro de 3 años me vuelva a pasar. Yo espero que no me vuelva a ocurrir porque no recordaba lo que era tener la piel bonita y sana. 
Bueno chicas, me imagino que la entrada os ha resultada muy pesada, pero no quería dejar pasar la oportunidad de ayudar a otras personas con mi experiencia. Ante cualquier duda que tengáis acerca de vuestra salud acudid al médico, yo me arrepiento de no haberlo hecho antes y que al final me mandará mi médico de cabecera porque él sí que vio un problema del que no era consciente. 
Espero vuestros comentarios, sugerencias, preguntas, etc.. Estamos aquí para ayudarnos mutuamente! Muchos besos y hasta la próxima!!