Debería ser ley: todas las ciudades del mundo tendrían que tener un Museo de los Niños. Por suerte, Nueva York tiene uno (bueno, tiene varios) y lo fuimos a visitar unas cuantas horas. Llegamos al Museo de los Niños en Nueva York (Children´s Museum of Manhattan) en metro y en monopatín. ¡Sí! Amé andar en monopatín por Nueva York. Mis papás dicen que fue uno de los mejores aciertos del viaje haberlo llevado. Y yo creo que tienen razón.
Apenas llegamos al Museo de los Niños ya me gustó la rampa de la entrada, ideal para levantar velocidad con el monopatín. Cuando entramos, nos pusieron un sello de animalito en la mano y estacionamos el monopatín en un área destinada a ellos (parece que hay muchos chicos en Nueva York que usan monopatín) y a los carritos de bebé.
A partir de ese momento, no paré. Ya saben. Cuando hay demasiados estímulos no sé por dónde empezar y quiero hacer y tocar todo. A veces creo que le tengo que hacer más caso a mi mamá y prestar atención a cada propuesta para poder disfrutarla más, pero todavía no puedo lograrlo, así que lo disfruto mucho a mi manera.
El museo tiene cinco pisos llenos de atracciones para nosotros. Primero fuimos al lugar donde estaba por empezar un taller de arte. Al principio me iba a sentar a dibujar, pero me llamó la atención la posibilidad de jugar con la arena y me fui para ese sector.
Una de las cosas que más le gustó a mi mamá es que los carteles y las explicaciones estaban en inglés y en español, entonces, era más fácil para todos.
Justo en ese mismo piso había una zona para armar pistas. Me encantó. Como dice mi mamá, yo me engancho con todo lo que me proponen, pero no me pregunten por qué… las pistas de autos me pueden. Así que me pasé un largo rato armando y desarmando.
Además del sector con juegos de palabras, camión de bomberos y una tienda para cocinar pasteles de manzana, encontramos juegos en los pasillos. Sí, mientras subís (o bajás) las escaleras para ir de un piso a otro, podés jugar con las propuestas que te brinda el museo. Mi papá se enganchó en unos cuantos.
Otro lugar que nos encantó fue el de Let´s Dance (Vamos a bailar). Mientras algunas nenas y nenes se disfrazaban, yo no podía bajarme de una tabla que parecía de surf. Desde ahí arriba me movía al ritmo de la música como si estuviera en el medio del mar.
Ahí mismo había una enorme pantalla en la que podías elegir el ritmo musical que quisieras y, a través de un video, te enseñaban los pasos para bailar ese ritmo y una coreografía.
En uno de los últimos pisos estaban todas las actividades relacionadas con EatSleepPlay (comer, dormir, jugar). Es la parte más educativa sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo. Yo no me quedé mucho ahí, porque prefería seguir en otros pisos, pero había un grupo de nenes más grandes que se leían todos los carteles y experimentaban todas las propuestas. Se ve que les gustaba.
A mí mamá la propuesta que más le gustó fue la de la planta baja. Había un sector donde armaban piezas de bijouterie con piedritas, otro donde se creaban cientos de objetos con materiales reciclados, como muñecos o portalápices, otro donde explicaban algunas ideas básicas de tecnología. Ahí me enganché cuando vi que se podía hacer stop motion. Con mi papá nos sentamos a producir mini videos con esta técnica y fue muy divertido.
Como hay muchos talleres y actividades para hacer con días y horarios establecidos, más allá de las visitas que se proponen en cada piso, les recomiendo que miren la web oficial del museo para armar la agenda.
Además, si se les pasa la hora y tienen hambre, como me pasó a mí, pueden salir a comer algo por el barrio y volver a entrar al museo. ¡Yo me pasaría todo el día ahí!
Información práctica
¿Dónde queda el Museo de los Niños de Nueva York?
La dirección es 212 W 83rd St, New York.
Los metros que llegan son: 1, B, C
Los buses que llegan son M7, M10, M11, or M104 to 83rd Street y M79 or M86 to Broadway
¿Cuánto cuesta la entrada?
Adultos y niños: 14 dólares
Más de 65 años: 11 dólares
Niños de menos de 1 año: gratis
¿Cuándo abre el museo?
El Museo de los Niños de Nueva York está abierto todos los días, con excepción de los lunes, desde las 10 de la mañana hasta las 5 o 7 de la tarde, de acuerdo a la época del año.
Los lunes durante las vacaciones estivales también está abierto.
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