Nada que envidiarle al primer mundo. Ellos tienen a Roger Rabbit y a Alf, pero nosotros tuvimos a una fusión de ambas cosas: Mi Familia es un Dibujo. Y, a modo de bonus track, nos pusieron en continuidad a Chuavechito eslogan publicitario de un suavizante para ropa, como modo de crossover de animación nacional. Estamos en las grandes ligas!!
Bueno, “Mi Familia es un dibujo” era una serie llamativa, entre otras cosas porque suena a superproducción, pero para muchos era más bien medio pelo. Independientemente de la calidad, sin dudas quienes teníamos la edad adecuada (y algunos que no, también) la vimos en los dos años que duró en la pantalla de Telefé. Y, por qué no decirlo, es probable que muchos repitan la psicodélica experiencia todas las mañanas actuales por el mismo baticanal.
Es que Dibu regresó, no en forma de fichas, pero sí para suplir esa cuota de producción nacional que todos los canales buscan tapar con un madrugador Paka Paka o Panam cantándole canciones a Mirtha Legrand. Se hace lo que se puede.
Volviendo al programa en sí, vale decir que fue una creación de Carlos Olivieri y Alejandro Stoessel. Fue emitido entre 1996 y 1998 y su puntapié era muy simple: en una moderna familia de ex divorciados clase media baja noventosa (papá taxista, mamá reinsertándose laboralmente y tres hijos de otro matrimonio), nace un dibujo. Bajo un verosímil que roza la locura, en el primer capítulo vemos a Marce (Stella Maris Closas) en la sala de parto y limpiamente da a luz al dibujo de un nene pelirrojo, que ya habla y está completamente vestido. Chimpum! Papá Pepe (Germán Krauss) queda algo descolocado, naturalmente, pero al no tener ningún sospechoso amigo en dos dimensiones, no le queda otra opción que aceptar que sus genes son un poco atípicos.
El elenco infanto juvenil lo completaban Víctor (Facundo Espinoza), Caro (Marcela Kloosterboer) y Leo (Andrés Ispani, se lo solicita en la vida pública!). En el papel del abuelo con cama adentro encontramos al gran Alberto Anchart.
Y básicamente Dibu contaba las desventuras y andanzas de un dibujo animado que no podía ser visto por nadie, pero se metía continuamente en problemas, perdiéndose en la calle, conociendo otros chicos que juraban guardar el secreto, siendo secuestrado y corriendo por el campo en busca de la nave pilotada por Rhonda y Spike para regresar a Melmac.Hubo otras temporadas de la serie en la que la familia era suprimida y se centraba toda la acción en el propio Dibu, aunque fue una etapa poco prolífica y finalmente el programa pasó a mejor vida. Pero dejó un legado: tres películas de cine, sólo la primera en continuidad con Mi Familia es un Dibujo. Para las siguientes, mantendría a su hermanita Buji, pero protagonizarían historias más relacionadas con las invasiones extraterrestres (eso fue en serio).
Sin dudas fue uno de los mayores eventos televisivos, al menos desde lo técnico, de la época y aunque su calidad estaba dentro de stándares ya vistos, quedó para siempre en el recuerdo. Inclusive recibió tres premios Martín Fierro, el primero por Mejor Telecomedia, el segundo para Stella Maris Closas como mejor actriz y por último el galardón de oro de ese año(chan!).