Mi familia, mi mejor empresa
En su libro titulado “Mi familia, mi mejor empresa”, la experta en conciliación familiar, Mariángeles Nogueras aconseja llevar el hogar como si fuera una empresa. Una idea que suena un poco fría al principio, demasiado rígida y falta de sentimientos para lo que uno imagina de suhogar. A mí ha logrado convencerme.
“Cuando dos personas se unen para formar una familia lo primero que piensan es en los beneficios que esto lleva consigo, pero también los trabajos de sacar la familia adelante forman parte de la felicidad familiar. Esto tiene que estar claro desde el principio para los dos”.
“La casa es una empresa en la que hay que realizar a diario, pero también semanalmente y mensualmente, muchas tareas. Tareas que deben coordinarse con efectividad. Muchas de ellas puedes delegarlas en otras personas, sólo una, la más importante, ser padre o madre, no la puedes delegar, esa debes hacerla tú y para ello necesitas tiempo y energía”.
Tanto si lo combinamos con un trabajo profesional fuera de casa como si no, las tareas de la familia pueden llevarnos al borde de la locura: limpieza, orden, cocina, colegio, tarea de los niños, cuentas, etc… A menos que nos decidamos a reflexionar sobre la forma más eficiente de llevarlas a cabo. En los primeros capítulos, Mariángeles expone las ideas fundamentales, los argumentos lógicos que la llevan a proponer la familia como una empresa, con sus líderes (marido y mujer) y sus propias metas (“la felicidad de todos los que la componen”). Allí entendemos que no se trata de una frivolidad. En la medida en que gestionemos nuestros quehaceres, deleguemos y trabajemos con disciplina, podremos darnos el lujo de establecer y cumplir las metas que nos establezcamos, pasar más tiempo juntos y vivir en una mayor armonía y felicidad. Puede sonar idílico, sin embargo tiene mucha lógica. Todos podemos… si nos lo proponemos y nos disponemos a ello.
A mi entender, la familia como “mejor empresa” encierra dos grandes ideas:
- mi familia es mi más grande emprendimiento y
- mi familia es el aspecto de mi vida que mejor gestionado debo (quiero) tener.
No creo que el objetivo de Mariángeles haya sido solamente explicar cómo conciliar el trabajo profesional con la familia, a pesar de que ella misma lo manifiesta en sus primeras líneas. Suena más bien a que su meta principal es explicar porqué gestionar la familia como se gestionan las empresas podría ser la solución para muchos problemas familiares. Para tal fin, el libro no es sólo teórico sino que también nos brinda herramientas muy prácticas para poder llevarlo a cabo. No estoy segura de querer enmarcar su libro en un área deconciliación vida profesional-familiar (aunque es cierto que esta es la especialidad de su autora), ya que esto deja fuera un amplio público al que realmente puede ser de gran interés y ayuda. “Mi familia, mi mejor empresa” es lectura recomendable a todos los que aceptamos el desafío de fundar una familia. “Cuando se quiere fundar una empresa, al principio no se tiene una visión completa de lo que realmente supone esta aventura, por dónde empezar, qué factores tenemos que tener en cuenta, qué problemas pueden presentarse, etc. Lo que sí es claro es que para poder llevar a cabo todo lo que nos proponemos, siempre hay que pasar por algunas dificultades. Empezar y volver a empezar. La constancia es la clave del éxito en toda empresa”… también en la familiar!
Muy ordenada y concreta en su exposición, Nogueras agrupa las tareas del hogar en las áreas típicas de las empresas, aplicando los principios empresariales al trabajo de la casa: liderazgo, comunicación, planes, metas, compras, orden y limpieza, presupuesto, mantenimiento, informática, tecnología, delegación de tareas, inversiones. Todos estos conceptos que en nuestra mente están relacionados con el trabajo en una empresa, son aplicados en un acto de practicidad (y creatividad) al ámbito familiar. Anécdotas, ejemplos, y sugerencias muy concretas hacen de la lectura algo muy dinámico. El libro está diseñado para ser una guía permanente y no necesariamente para ser leído de corrido como una novela. “He querido escribir el libro de manera que los capítulos puedan leerse independientemente y puedan así usarse como guía para los distintos problemas sin que para ello sea necesario leer el libro entero”.