Por ejemplo, cuando vuelva a Myanmar, no cogeré la ida y la vuelta desde la misma ciudad. Habría podido aprovechar un poco más el tiempo en ese país si la ida hubiera sido a Yangón y la vuelta desde Mandalay.
Niños Chin en el colegio
Otra cosa que me arrepentí de no hacer fue coger el tren. No es el mejor medio de transporte, pero debe de ser muy auténtico. Debería haber hecho un pequeño recorrido en él, en vez de tanto autobús.Cuando hablaba con algún viajero me decía que qué iba a hacer tres semanas en Myanmar, que con dos me valía, que no había mucho más que ver. ¡Qué equivocados estaban! Me supieron a poco. Tuve que elegir en varias ocasiones si hacer esto o aquello. Si el que va a Birmania piensa que es sólo Bagán y lago Inle es que no sabe al país al que va. Este fue mi itinerario durante los 20 días que estuve en este país.
Y este de aquí abajo el que haré cuando vuelva (el cuando no lo sé):
En mi futuro viaje a este encantador país, empezaría por el norte. Cogiendo un vuelo desde donde esté en ese momento a Mandalay. Para empezar a tomar contacto con el país, visitaría Inwa y Sagaing, dos antiguas capitales birmanas (que no sé por qué carajos no vi cuando estuve en Mandalay).
Ya con fuerzas iría al norte para hacer un trekking por Hsipaw que, según me contaron varios viajeros, los paisajes de ahí son increíbles.
Iría a Monywa para ver sus cientos de templos y sus budas gigantes.
Desde ahí, podría rumbo a la artificial capital Naypyidaw, aunque sólo sea para ver autovías de 5 carriles en cada sentido desiertas.
Después me dirigiría a Bago para ver más budas.
De ahí cogería un autobús al centro de peregrinación Kyaikto y subiría a contemplar la roca dorada o Golden Rock.
Y empezaría a bajar al sur hasta la ciudad de Mawlamyaing para conocer esa zona bastante inexplorada de Birmania.
Para terminar un viaje redondo, terminaría en algunas de las islas vírgenes de Myanmar como Kyun Phi Lar, Lampi, Macleod o Nyaung We I. Ahí descansaría, tomaría el sol y si se puede, haría algo de buceo.