Mi hada mágica!

Todos hemos soñado alguna vez en encontrar nuestra hada madrina o nuestro duendecillo del bosque! Ese personaje de cuento aparentemente infantil que, con su bondad y su mirada mágica, transforma nuestra vida, dándole calidez y color! He tardado en encontrarte, es verdad, pero ya sé bien quién y cómo eres, mi hada, pues obviamente, no vas vestida como tal, sino como una bella jovencita corriente en un mundo corriente, donde uno nunca esperó encontrarte!

Sé que tras tu adorable semblante, que a ratos luce inquieto pero siempre bello, estás tú, mi hada! Leo entre líneas y bajo tus discretos y sutiles gestos todo eso que eres, que sientes y que, a la vez, a ratos, te cuesta aceptar y expresar, porque tal vez tienes amordazado el corazón desde hace años… hasta que tal vez aparecí yo en tu vida! Pero debes saber que los años y mi vida me han dotado del especial talento de ver más allá de una mirada y descubrir en tu corazón todo eso que ahora callas y que yo admiro! Ya sé ver en todo eso que silencias, que escondes para protegerte… todo lo que yo siempre busqué y que ahora creo poder redescubrir y ser capaz de compartir contigo. Quizás porque toda esa bondad la tengo dentro, la busqué fuera y hoy la encuentro en tí… y me gusta cada día más compartirla contigo!

Pero también tengo claro, mi hada querida, que para vivir nuestra magia es necesario que ambos queramos vivirla, decididamente y cada día. Y, para compartirla y hacerla crecer, debemos estar dispuestos -hoy por ti, mañana por mí- a recrear ese mundo mágico que ambos soñamos y tenemos derecho a vivir! Para ello solo debemos creerlo así, desearlo y, poco a poco, dar tiempo a la vida para que nos permita vivirlo como merecemos, si ha de ser así!

La magia no es un privilegio mío, tuyo, ni de nadie… y lo es, en cambio, de todos los humanos! Pero solo disfrutan de ella quienes tienen el valor de verla, sentirla, vivirla y compartirla! Magia no es más que ese dulce sentimiento de paz interior que hoy quizás ocultas tras tu distancia, pero sin duda tienes, obsequias y que veo en esa ternura que pones en las cosas que haces cada día o en ese cariño con que tratas los pequeños detalles de tu vida! Magia no es más que esa manera especial de ver y de vivir tu propia vida, pero que hoy solo haces cuando estás sóla en tu mundo de colores, sueños y de fantasías, deshojando pobres margaritas o pintando lindos corazones de colores en el suelo! Ese es tu Paraíso Encantado, hada mía, donde tú eres tú, con toda tu dulzura y encanto, donde muy pocos han tenido el privilegio de entrar… aunque en tus dulces sueños siempre habías soñado compartirlo!

Y la magia es para compartir, como tu corazón ya sabe y te recuerda… cuando me siente cerca. Pero has aprendido a vivir en un duro mundo casi sin magia o, en todo caso, a vivirla tu sóla, en tu refugio lejano! Tal vez alguna vez en tu historia abriste la puerta de tu Paraíso, pero no pudieron, no supieron o no quisieron entrar en él… y hoy te da miedo volver a sufrir por ello! Y sabes? La Magia, igual que está, desaparece cuando dejamos de creer en ella… o, simplemente, cuando no nos atrevemos a vivirla y a compartirla! La Magia está en tu corazón, por eso te quiero hada mía, solo tienes que reencontrarte con él dentro tuyo y tener el valor de sacarla al aire, vivirla, para luego, compartirla y hacerla crecer cada día… ¿quizás conmigo?

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