Pareciera que fue ayer, que vi su carita por primera vez, una emoción incomparable, una felicidad inigualable, los años han pasado rápidamente y aun me cuesta asimilar que ya no es una bebé, es una adolescente.
Una nueva etapa que enfrentar, cambios físicos y de personalidad, que comienzan a aflorar y a veces no sé cómo manejar. Especialmente por su carácter, ya que a difícilmente controla sus actitudes y piensa que por su tamaño y sus cambios físicos, ya puede valerse por sí misma y tomar sus propias decisiones y hasta quiere imponerla sobre las mías, esto muchas veces me desespera.
Si te has sentido así, este artículo te puede ayudar.
Lo primero que debes hacer es tomar acciones para mejorar la relación madre – hija, no debes quedarte perpleja pensando que es difícil y mucho menos quejarte. Esto permitirá que se desarrolle un vínculo que es fundamental en las siguientes etapas, para prepararla para las situaciones difíciles de la vida. Por ello debes considerar:
Aceptar y asimilar que ya no es una bebé y tampoco una niña, estas etapas quedaron atrás, ahora tienes que tratarla como adolescente reconociendo que ella está desarrollando capacidades para:
- Sacar sus propias conclusiones sobre situaciones y dar sus propios argumentos sobre filosofías morales, derechos y privilegios.
- Relacionarse con otras personas satisfactoriamente ya que en esta etapa ella puede compartir con los demás sin sentirse preocupada o cohibida.
- Trazarse sus propias metas.
Es importantísimo que instruyas el Amor, respeto y obediencia a Dios, que impongas las normas de convivencia de tu casa y refuerces los valores para que en tu hogar reine la paz en tu hogar.
También es necesario que consideres que sus acciones y cambios de ánimo están relacionados a los cambios físicos y emocionales por lo que ella está atravesando, generalmente los adolescentes en esta etapa atraviesan por las siguientes situaciones:
- Algunos se sienten acomplejados por sus cambios corporales repentino, lo que les produce preocupación y estrés, al compararse con sus compañeros.
- Es normal que comiencen a independizarse un poco de su madre. Si existe una buena comunicación madre – hija, esto ocurre sin fricciones, sino pueden ocasionarse algunos
- Las amistades se hacen más importantes para ellos.
- Establecen su identidad sexual, por lo que es necesario que la comunicación madre – hija sea efectiva para orientarlas y estar pendientes de las compañías para evitar desviaciones.
- Sienten la necesidad de aprobación de sus amistades, lo que puede ocasionarles tomar decisiones riesgosas.
Son muchas las situaciones que los adolescentes atraviesan, aunado a ser madres solteras la situación se hace un poco más difícil, por lo que es indispensable:
- Fortalecer el vinculo afectivo madre – hija.
- Establecer una excelente comunicación: hablar de sus actividades diarias, de su relación con sus amigos, de las situaciones que les acontece en sus estudios.
- Fundamentar la confianza y el respeto.
- Las madres deben darse la tarea de conocer sus amistades y las familias de sus amigos.
- Pasar tiempo de calidad: salir juntas de paseo, ir de compras, hacer cosas en común que a ambas les agrade.
- Estar pendientes de sus cambios de conducta: su manera de vestir, de hablar, ya que muchas veces se dejan influenciar por los demás y esto afecta el desarrollo de su personalidad.
Espero este articulo te ayude a mejorar tu relación madre – hija.
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