Mi hijo llora cuando le dejo en el colegio

Dejar a los niños llorando en el colegio no es fácil. Surgen preocupaciones y sentimientos de culpabilidad: “¿Estoy haciendo bien?” “¿Está sufriendo?”. No es fácil dejar a un niño llorando en un entorno poco familiar con unos compañeros y profesores nuevos. Pero, ¿es normal que se quede triste? Sí, es completamente normal. Es su forma de mostrar su inconformismo de quedarse ahí cuando le gustaría estar contigo en casa. No saben expresar con palabras lo que sienten, así que lloran.

¿Y por qué unos niños lloran y otros no? Depende de muchos factores: de su carácter, el ritmo que tiene cada uno, por miedo a lo desconocido, por la separación de sus padres, inseguridad, por dificultades en las relaciones sociales… La mayoría de los niños se adaptan en pocos días y comienzan a disfrutar.

El niño vive el primer día de clase como un adulto vive su primera jornada laboral. Todos los niños tienen que experimentar alguna vez en su vida este proceso. Mostrarles tranquilidad, calma y confianza, es la clave. Si muestro tristeza, el mensaje que ellos reciben es “este no es un lugar seguro” o “si lloro, volverá a casa, así que siempre lo haré”. Responder de manera sensible y respetuosa a sus necesidades les ayudará a aprender a confiar en sí mismos y en sus capacidades.

Cuando se cierra la puerta, el niño se calma porque se encuentra con niños de su edad, con sus compañeros y en un ambiente positivo, acogedor y estimulante. Las profesoras ofrecen consuelo y, una vez superada la primera sensación de peligro ante lo desconocido y sus necesidades son cubiertas, el niño empieza a sentirse seguro y tranquilo. Poco a poco la incertidumbre va desapareciendo y conocer lo que ocurre en realidad le tranquiliza porque todo vuelve a ser predecible para ellos.

La escolarización supone un paso más hacia su crecimiento y autonomía, que, apoyados por la familia y el colegio, favorecerá su seguridad y su autoestima. Por eso, el acompañamiento personalizado a los alumnos y a las familias desde el colegio es fundamental para el bienestar del niño.

 

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