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Durante algunas semanas la cosa fue bien, pero desde primeros de diciembre empezó a remolonear con el desayuno. Hay días que no prueba bocado y otros que consigo que se tome un par de galletas y un sorbo de leche para lo que necesita... ¡más de media hora! He probado de todo. Lo primero, fue cambiar la disposición del desayuno. Antes lo hacía en el salón, viendo los dibujos. Ahora desayuna en la mesa conmigo (para mí es peor, porque voy más lenta, pero a ver si, viéndome desayunar, se anima), aunque debo reconocer que todavía le pongo dibujos en el ordenador. He intentado quitárselos, pero entonces empieza con una rabieta monumental. Es mi asignatura pendiente.
Un desayuno equilibrado debe incluir fruta, cereales y lácteo. Debo decir que a mí siempre me ha gustado desayunar bien. Soy incapaz de salir de casa con el estómago vacío. Tomo una pieza de fruta, té o cola-cao y un par de tostadas. Lo siguiente que intenté es ofrecerle cosas distintas: fruta, leche, yogur, batidos, zumos, tostadas, galletas, bizcochos, sándwiches, jamón y hasta tortilla de patata... Incluso le he ofrecido volver a la papilla de cereales. Nada que hacer. Ni siquiera el fin de semana, que su padre se une a los desayunos, se anima. Algún sábado hemos intentado hacer tortitas y ni las prueba. Total, que se va al cole con el estómago medio vacío. Allí les dan un desayuno a media mañana, pero apenas come nada tampoco. Y, claro, llega la hora de la comida y devora.
Al principio pensé que era una fase y he llegado a relacionarla con los celos que siente por el pequeño (sí, sí, no me repito que ya he hablado mucho de eso y podéis leerlo aquí). Pero las semanas pasan, no puedo obligarle a abrir la boca y masticar y ya no se me ocurren más tácticas que aplicar. El desayuno es muy importante. Proporciona buena parte de la energía que se consume a lo largo del día, además de aportar muchos nutrientes necesarios para el correcto desarrollo y crecimiento de los niños. Me preocupa que se acostumbre a no desayunar y le acabe pasando factura.
Y vuestros hijos, ¿qué tal desayunan? ¿Se os ocurre alguna idea para que mi hijo mayor vuelva a desayunar?