Prácticamente la totalidad de los niños pasan por una etapa en la que les gusta esconderse y darnos un susto. Se esconden detrás de las puertas, bajo las mesas o tras el sofá. Por más que a nosotros nos acabe resultando un juego de lo más pesado, debemos entender que para ellos este juego les ayuda a desarrollarse cognitiva, emocional y físicamente tal y como veremos a lo largo de este artículo. Así que el objetivo será dar respuesta a la pregunta que muchos padres se formulan ¿por qué mi hijo se esconde todo el tiempo?
" alt="0007785645E-1280x1920" width="280" height="420" />Jugar a a esconderse es uno de los juegos favoritos de muchos niños, entre ellos el de mi hijo mayor. En cuanto llega a casa empieza a esconderse para darme un susto. Le entusiasma intentar sorprenderme y cada día busca un lugar diferente, el problema es que ya me los se todos y debo simular mi asombro y mi sorpresa, como hacemos todos los padres. ¿Qué hay detrás de esta conducta, por qué le gusta tanto esconderse? ¿Por qué mi hijo se esconde todo el tiempo si ya sabe que no me sorprende?
Tal y como publiqué en uno de mis artículos para Guía Infantil, Lo bueno y lo malo de los sustos, los niños se esconden para jugar. El juego forma parte esencial del aprendizaje a lo largo de los primeros 10 años de vida. Sabemos que los niños aprenden fundamentalmente jugando y poniendo a prueba sus habilidades y capacidades. Esconderse de nosotros para que les busquemos o sencillamente para darnos un susto es un juego que pone en marcha la imaginación y el pensamiento de los más niños para encontrar el mejor lugar donde hacerlo.
Por otra parte buscan una reacción en nosotros, el susto, la sorpresa, el asombro que desata en ellos una risa inmediata liberando emociones de un modo lúdico y controlado. No nos enfademos si nuestros hijos están pasando por una de estas fases en las que les divierte esconderse, la infancia es corta y pronto dejarán de encontrar divertido este juego.
foto cortesía www.photl.com
Acerca de Sara Tarrés
Soy Sara Tarrés, madre de dos niños de 6 y 3 años. Licenciada en Psicología por la Universidad de Barcelona. Máster en Dificultades del Aprendizaje (ISEP). Postgrado en Psicopatología Infantil (ISEP) He trabajado realizando reeducaciones y asesorando a padres, maestros y profesores en diferentes escuelas concertadas de Barcelona. Actualmente ejerzo únicamente como madre, ya que decidí hacer un parón profesional para dedicar todo mi tiempo y esfuerzo para acompañar a mis hijos en sus primeros años de desarrollo. Con ellos aprendo día a día. Y son precisamente ellos mi fuente de inspiración diaria.