Mi hijo. Tu hijo. Nuestros hijos. Los hijos de todos…
Di NO a la violencia infantil es un carnaval de blogs Creado por Mamá es bloguera y Princesas y princesos que se inicia con la intención de resaltar y mostrar nuestro rechazo a este tipo de casos. Desde desapariciones de menores, asesinatos, golpes… cualquier tipo de violencia hacia estos pequeños seres indefensos y libres de toda culpa
Escuchamos las noticias en televisión, en la radio, por las redes sociales, algo tan brutal y horrible como desapariciones de menores, asesinatos de niños, bebes, maltrato, prostitución infantil… Sin embargo y precisamente por esa aparente normalidad que se está dando desde los medios y por la naturalidad con que convivimos con ello nos estamos deshumanizando y dejan de ser portada a las horas, para ser un suceso más, para convertirse en un nombre más en la lista de atrocidades cometidas por el hombre. Para ser un breve de páginas centrales y pasar desapercibidos entre noticias sobre corruptelas y deportes.
Como madres en muchos casos evitamos el conocimiento de estos casos, porque leer o pensar en la capacidad de una persona de matar a su propio hijo, al fruto que ha llevado en su vientre, o al bebe esperado y luchado tras una larga espera llena de burocracia nos supone un dolor tan íntimo e inconmensurable que se nos hace más fácil mirar a otro lado. Como madres el conocimiento de la existencia de redes de prostitución, de pederastia nos supone un terror especifico que a veces preferimos obviar, pensando que no nos puede tocar.
Porque nadie que yo conozco no se indigna con estas noticias, nadie puede dejar de sentir como la más absoluta oscuridad tiñe el mundo cuando muere o desaparece un niño indefenso.
Esta es una iniciativa, no para dar más pábulo o notoriedad a este dolor, sino para dar voz y medios entre todos para en la medida de lo posible evitar nuevos casos. Porque SI podemos, porque SI depende de nosotros. Concienciar a todo el mundo de ante la sospecha denunciar, tomar cartas en el asusto, buscar ayuda, porque todos somos tíos, abuelos, vecinos, maestros, mamas del parque, cajeras del supermercado, usuarios de transporte público, viandantes… que ante ciertos comportamientos podemos pedir calma, hablar, mirar, actuar…
Estoy cansada de noticias atroces acompañadas de opiniones de sospecha anteriores al hecho, de personas que vieron comportamientos extraños, que escucharon a diario gritos, que vieron bofetadas… no hablo de criminalizar distintas opciones de crianza, pero estamos de acuerdo todos en que hay acciones que no son coherentes. Que a un bebe no se le pega, nunca, bajo ningún concepto. Un bebé con huesos rotos ha tenido que llorar, y mucho. A veces bastaría una mano amiga que preguntase a esa madre por su soledad. Que no admitimos insultos, ni vejaciones, y en caso de saberlos, escucharlos y no hacer nada, nos convertimos en cómplices. Que hay una línea bastante visible de lo que puede ser un enfado o una pérdida de nervios a un maltrato o a un comportamiento claramente perturbado.
Queremos que todos seamos parte implicada en desapariciones incomprensibles de niños y adolescentes, que atajemos de raíz cuando sospechemos de prostitución, cuando creamos que un niño o un adolescente puede estar en peligro, cuando creamos que es un establecimiento puede darse el caso de ser punto de venta de sustancias ilegales, que no miremos a otro lado, porque ese hijo no es nuestro, pero es el hijo de alguien, y es quien tiene la llave del futuro.
Esta es una iniciativa no para proponer programas televisivos que se alimentan del dolor, el sentimentalismo y las noticias carnosas para mejorar sus rankings, sino una propuesta para implicar a todos, para cambiar la mentalidad y volver a la de hace unos años en las que todo eran redes, donde todos cuidaban de todos, donde nada ni nadie pasaba desapercibido. Con nuestras armas, un mundo conectado por todos los medios, donde no existen las distancias y sin embargo perdemos el contacto y la cercanía con los que nos rodean. Aunar lo antiguo con las maravillosas tecnologías de que disponemos.
Implicarnos. Compartir. Actuar.
Desde aquí os pido, simplemente que pongáis voz, que os unáis a nosotras, a dos madres que aunque lejos en distancias nos sentimos muy cerca en sentimientos.
Por mi hijos, por tus hijos. Por nuestros hijos. Por los hijos de todos…