Revista Belleza
Mi Increíble Sesión de Hipnosis, Cortesía de Hendrick's
Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzores¿Te ofrecerías voluntario para participar en una sesión de hipnosis? Yo sí. Lo hice el pasado miércoles 11 de marzo en el evento al que Hendrick's Gin me invitó y que tenía como título "The Mental Phrenology Show". La cita -como no podía ser menos viniendo de una marca tan entusiasta de lo inusual- tuvo lugar en un enclave insólito, el Instituto Homeopático y Hospital San José de Madrid.
La perturbadora proposición de Hendrick's Gin -que ni por un solo instante dudé en atender- prometía inquietantes experiencias de hipnosis así como sorprendentes ejercicios mentales a cargo del afamado mentalista Pablo Raijenstein, nombrado recientemente Embajador de Operaciones Especiales de Hendrick's Gin.
La expectación de todos los que allí fuimos convocados era enorme, ya que además se había elegido la noche del 11 de marzo como homenaje a Franz Joseph Gall, fundador de la #frenología.
¿En qué consistió mi increíble sesión de hipnosis?
Pablo Raijenstein primero nos pidió al otro voluntario para este ejercicio mental y a mí que nos colocásemos de pie uno frente al otro para simular que éramos un espejo. Como si fuéramos el reflejo el uno del otro levantamos y bajamos las manos al unísono un par de veces.
Después pasamos a tomar asiento mientras Pablo Raijenstein nos daba instrucciones: "cerrad los ojos. Ahora, cada vez que sintáis un golpecito tenéis que indicar con la mano donde ha sido (fueron en el hombro y rodilla derechos) y cuántos toques habéis notado."
Mientras esto sucedía yo podía escuchar los murmullos de sorpresa de los demás invitados. Pero ¿por qué? Hasta el momento, por lo que yo sabía, lo único que había pasado es que Pablo R. nos había tocado en el hombro (dos veces) y en la rodilla (una vez).
Cuando por fin abrimos los ojos ninguno de los dos conseguíamos entender dónde estaba la gracia de todo aquello. Entonces el mentalista nos lo explicó: A mí en ningún momento me había tocado, de hecho estaba situado varios metros más allá de mí. Pablo R. solo había tocado al otro voluntario, ¡aunque yo había podido sentir los golpecitos en el hombro y en la rodilla perfectamente!
Esta no es la primera vez que os hablo de la inusual y en ocasiones excéntrica manera de entretener a sus invitados de la que hace siempre gala Hendrick's Gin. Pero tengo que decir que la noche del 11 de marzo la marca de ginebra escocesa se superó a sí misma.
Después de esta trastornadora experiencia hipnótica fuimos invitados a disfrutar de un exquisito refrigerio acompañado de deliciosos cócteles y elixires frenológicos. La maestría habitual de los barman de la ginebra más peculiar de nuestra dimensión espacio-temporal se saboreaba en cada uno de ellos.
Como te puedes imaginar todo el mundo se acercaba a preguntarme si de verdad había sentido cómo Pablo Raijenstein me tocaba en el hombro y en la rodilla. Nadie, yo la primera, podíamos dar crédito a lo que acababa de suceder ante nuestros ojos un rato antes.
Y así, entre conversaciones que giraban en torno a lo inusualítico, lo ojiplático y lo mentalentoso llegamos al final de una noche que ya ocupa un lugar de honor en mi anecdotario personal. Como siempre, todo un inusual placer, Hendrick's Gin.
¿Alguna vez has participado en una sesión de hipnosis? ¿Te gustaría hacerlo?
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