Revista Sociedad

Mi indignada rutina. Una aburrida indignación

Publicado el 26 enero 2012 por Alfredo

Mi indignada rutina. Una aburrida indignación.
5 de la mañana. Suena el despertador. Me levanto y bostezo. Con un ojo entreabierto miro la hora. Con el otro medio cerrado sigo soñando. Esta vez era el protagonista. ¡Qué cosas!... si siempre lo soy...5 y 10 y ya me encuentro mirándome frente al espejo. No me reconozco. Soy aquél zombie feo que sale en la sexta. Me lavo la cara. Recupero visión. Ya me voy pareciendo a Brad Pitt. Salgo del baño. Voy a la cocina. Me preparo un café. Umm rico café, su aroma me transporta a Colombia, aunque nunca he estado. Abro el armario. Saco unos cereales y me sirvo. Leche fría para el trigo y leche caliente para la molida semilla del cafeto. Me siento en el trono celestial de cada mañana. Un sofá normal, nada importante de verdad. Enciendo el televisor. Enciendo el TDT y no funciona. ¡Maldita TDT!...Ahora funciona...Busca pero no encuentra. Encuentra pero no hay imagen. Se me olvidaba que estaba en Telemadrid. Esa cadena nunca se ha sitonizado. Por qué sera...Encuentro el canal 24H para ver cadáveres. Me gusta despertarme con sensaciones fuertes. Al menos eso me ofrece la caja lista. Fútbol mucho fútbol. Y después el tiempo. LLuvia, mucha lluvia. Inundación. No en España claro, ni en Francia, ni en Alemania. Sólo en países pobres. ¡Qué casualidad!...Esquet cultural. África moribunda e infestada de moscas. El mundo sigue igual. A la gente "se la sopla!" Nada se hace. Alguna voz siempre se escucha, pero da igual, es como oirla en medio de un concierto de Iron Maiden. Imposible. La única certeza positiva que siento cada mañana al ver la podredumbre del mundo, es saber que no me llamo Segismundo cada vez que me despierto. No, no es eso. Tan solo ironizaba. No me llamo Segismundo, pero si tengo un apellido común con otras personas. Indignado. Así decidimos ser. Perroflauta nos llama el poder. Los términos entre ambos no coinciden. Mucho menos la forma de pensar. De ahí que los vocablos sirvan para decir lo mismo. Bien, entonces seré un indignado perroflauta. Uno de entre muchos que se levanta a las 5 para trabajar. ¿Qué es eso? Unos lo santifican. Un francés ilustrado por ejemplo. Un tal Voltaire que decía: "El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: el aburrimiento, el vicio y la necesidad" Se equivocó en todo. Pobrecito...El trabajo acerca más que tres grandes males. El aburrimiento: producir por producir no divierte, rutina por rutina es tedioso. Cansancio: Sentirte alienado fatiga y deprime. Necesidad y vicio: el trabajo permite calmar necesidades básicas vitales como comer, beber y vivir. Luego es un vicio. ¡Vicioso Ser Humano!...Dignifica: Al empresario que te paga 2 perras. Esclaviza: lástima que no haya una guerra servil a la vuelta de la esquina. Borreguiza: El trabajo exprime la energía que no deja tiempo ni ganas para pensar. Consume:  Nuestras vidas a través de la fuerza de trabajo y nuestro limitado tiempo. Vida sólo hay una. Menos para Rouco y el alemán nazi. Humilla: sólo faltaba poner una carita sonriente dibujada a lápiz por el empresario en cada nómina entregada. En fin...Y para colmo, este mal escasea aora. Ergo no podemos ni viciarnos a la vida, ni humillarnos perdiendo la dignidad, no podemos borreguizarnos más, ni consumir, ni esclavizarnos, ni dignificar al tercero, ni aburrirnos. Ergo estar en el paro es bueno. 5 millones de personas no pueden estar equivocadas. Luego es una estupidez levantarme a las 5. Y una memez pasar por toda mi rutina. Luego me voy a la cama y aprovecho mejor el sueño. A no ser que mañana me toque la lotería...Mejor me voy a trabajar.
Mi indignada rutina. Una aburrida indignación.


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