La primera prueba es sencilla. Una analítica de la cual enviarán los resultados al médico directamente; entre el tercer y quinto día de la menstruación. Después de esta prueba te regalas un almuerzo suculento por haber hecho ya la prueba número 1. Y te lo mereces, porque tú no vives en Barcelona, sino en un pueblo de las cercanías, donde has tenido que coger un autobús, el tren y el tranvía para llegar. Poca broma cuando esto se hace en ayunas. ¡Pero ya está, primera prueba superada! Nada que ver con las analíticas que te hacen en el Centro de Atención Primaria de tu pueblo, donde llegas a la hora que te han dicho, te pinchan y listos. Aquí tienes que coger número previamente, pagar o dar los papeles de la mutua, sentir alguna discusión sobre tal mutua y el consiguiente paciente enfadado, y esperar que te toque el turno. Pero ya está hecho. Prueba superada.
Después viene la prueba número 2, la ecografía vaginal. Nada de especial, ya nos hemos hecho ecografías vaginales... la gran diferencia es que ahora te la harán con la menstruación, entre el tercer y el quinto día de la menstruación. Aquel día te despiertas deseando que no sea muy abundosa, pero ya tenemos la primera gran sorpresa; parece las Cataratas del Niágara. Te pones nerviosa, que dirán de ti por tener tanta menstruación... y te calmas pensando que quizás habrá un bidé para lavarte un poco, como el día de la primera consulta, cuando te hicieron una citología, viste un bidé... Pero, ¡oh, sorprendida!, en las consultas donde te hacen las ecografías no hay bidés. Y le dices a la enfermera:
- Pero es que yo tengo mucha regla - casi llorosa.
Y ella, intentando calmarte:
- No se preocupe, muchas señoras tienen mucha menstruación, pero los médicos están acostumbrados.
Pero tú estás muy preocupada, y empiezas a coger un montón de papel de manos para lavarte, y entra la doctora y te pregunta si estás preparada. Y sales, avergonzada, y le dices:
- Es que tengo mucha regla...
Y ella te dice:
- Es como tiene que ser en algunas pacientes, sufrís más vosotros que nosotros.
Y empieza la prueba, te olvidas del tema, intentas relajarte y escuchar lo que te dice la doctora, que tú no vas acompañada de la pareja y sólo escuchan tus oídos. Y esta te dice, contenta:
- Esto está muy bien. Tienes 7 folículos en el ovario derecho y 7 en el ovario izquierdo.
Y estás contenta, porque la doctora está contenta pero, mientras te estás vistiendo, notas que te cambia la cara, porque acabas de darte cuenta que eres una auténtica ignorante de tu cuerpo. Sí, sabemos cómo se hacen los hijos, sabemos que tenemos la regla y sabemos que ovulamos, pero no tenemos ni idea de qué es un folículo, ni qué pasa cuando ovulamos ni cuando tenemos la regla. Llegas después al trabajo y preguntas:
- ¿Qué es un folículo?
Y la gente no tiene ni idea, y todos hacia el Google a buscar qué es. En fin, cosas que pasan...
Que poco sabemos de nuestro cuerpo; nos escuchamos mucho, para saber si tenemos tal o cual enfermedad, a veces incluso nos automedicamos, jugando peligrosamente a ser médicos, y ni siquiera sabemos cómo funciona nuestro cuerpo. Esto me hizo pensar, y mucho.