Los tres protagonistas de Solfatara
Como a la mayoría fijo que no nos tocará la lotería navideña este 22, siempre hay tiempo para darse otro regalo. Uno, por ejemplo, en forma de gordo teatral: asistir a la representación que la compañía catalana Atresbandes hace en la Kubik Fabrik de una obra deliciosa, Solfatara, una pieza sobre los miedos y los temores agazapados en cualquier relación de pareja, que emergen como las fumarolas de un volcán a poco que se agite el invento. Entre ella y él, los dos protagonistas de la obra, se interpone en todo momento la figura de un enmascarado que es la metáfora de todas las cosas que nos dejamos de decir cuando afrontamos la convivencia, de todas las cosas que nos callamos y que, tantas, tantas, veces, acaban por reventar la relación. He escrito “dos protagonistas”, pero son tres, qué demonios, porque, como dice el personaje masculino, “cuando mi madre me tuvo, parió dos gemelos: mi miedo y yo”. Está narrada con tanta gracia y es tan divertida y original, que el tono trágico acaba edulcorado por la ternura que desprenden los personajes. Tienen una última oportunidad de verla en la Kubik este domingo a las 22:00, salvo que les toque la lotería -que ya les digo que va a ser que no, sin ánimo de ser aguafiestas- y de hartarse de aplaudir esta creación tan simpática y que seguro que les va a tocar la fibra, porque por la experiencia de la pareja todos estamos llamados a pasar, cada cual con su máscara.