El caso es que mi antiguo hule ya está viejito y yo cansada de tanto rojo, y este fin de semana me decidí a cambiarlo buscando tonalidades más pastel.
No tengo la suerte de poder invertir en estampados tan bonitos como los de Cath Kidston, pero se hace lo que se puede y así luce ahora esta parte de mi estudio:Yo creo que ha ganado en luminosidad, y de todas formas cualquier cambio por pequeño que sea siempre se agradece, verdad?Os dejo una breve secuencia del antes y el durante para que podáis apreciar cómo con muy poco se puede lograr un cambio considerable:
Lo que más tiempo me llevó fue sacar las grapas viejas. A continuación y como os explicaba con más detalle en la otra ocasión, los pasos son muy sencillos. Lo ejemplifico con las fotos del taburete que forré con el trozo que me sobró de la mesa, porque siempre es lo mismo: colocar la pieza de hule del revés y sobre la misma el tablero (o lo que sea) a forrar; tensar; poner la primera grapa en el centro e ir grapando cada lado desde ese centro hacia el exterior estirando para evitar que se formen "bolsas". La parte más "delicada" es la de las esquinas, pero es sólo cuestión de pillarle el tranquillo.
Y ya está! Ya puedo disfrutar del aspecto renovado de mi mesa por unos cuantos meses más!
FOTOS LALOLE