Mi mono Amedio y yo: más series de nuestra niñez

Cuando entre nuestras manos tenemos un tebeo de antes, de cuando éramos pequeños no podemos evitar leerlo, o coger ese juguete de entonces. Una melodía de la infancia nos hace pensar en los antiguos compañeros de clase y aunque hoy las películas de antes se nos tornan algo inocentes, tienen ese encanto de cuando creíamos en la magia, en la fantasía y en que un hombre podía volar.

El tiempo pasa, es inevitable, nos pilla a todos y aunque no queremos algunas cosas las relegamos al olvido, al cajón y por error decidimos que ya somos mayores para ellas. Pero no lo somos, nunca vamos a serlo si eso significa dejar de lado algo que nos hacía feliz.

En este libro que lanza Diábolo, segundo y probablemente no último (el primero fue “Abuelito, dime tú”), se recogen muchas series que vimos en nuestra infancia, al menos los que ya vamos peinando alguna cana. Para los más jóvenes esto será casi desconocido, nombres y personajes que nunca antes habían visto, pero para nosotros es igual que volvernos a encontrar con un viejo amigo o con una chica que antes nos gustaba.

Este tomo sirve para recordar, para soñar, para ponerse al día con nosotros mismos y cerrar los ojos durante un rato mientras que dejamos que el niño que siempre tenemos dentro se convierta en nosotros. Solo por un rato, un momento, luego volveremos a ser las personas serias, trabajadoras y encantadoras que somos, pero por un rato (un delicioso y agradable rato) podremos ser algo traviesos y pensar en un bocadillo de Nocilla.

No hay novedad, no mejora lo que ya era bueno en el primer libro y sigue la misma tónica. La estructura es la misma, el diseño visual prácticamente igual pero ¿para qué arreglar algo si no está roto?

“Mi mono Amedio y yo: más series de nuestra niñez” es un maravilloso recorrido lleno de nostalgia, sentimiento y amor por una época que nunca jamás volverá.

Doc Pastor

Periodista/Fotógrafo. Cine, cómic y lo que toque. Director Editorial de Ruta 42 y La Encuadre. Coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki.

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