Revista Recursos Humanos

Mi mundo en la oficina ... (2ª Parte)

Por Anécdotas De Secretarias Erika Martin @erikassistant
El otro día me preguntaron que ¿cómo lo llevaba? ¿Qué como lo llevo? Mírame a la cara, ¿ves las ojeras, ves las arrugas en las comisuras de los labios, a ti que te parece?  ¡Genial, no te jode!

Mi mundo en la oficina ... (2ª Parte)

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En fin, me vais a perdonar esta pequeña licencia frente al espejo al empezar, pero hay cada lumbrera por ahí que piensa que preguntar por lo evidente te va a hacer sentir mejor, que no he podido evitar la referencia.
Creo que recordáis un poco mi situación en la oficina, y por tanto, mi situación con Erika.
Bueno con ella y con el capullo de Alejandro, el vice por dedazo, que se ha encontrado con la cita de su vida gracias a los mensajes románticos y al café calentito que le he ido dejando cada mañana a Erika.
¿Los hay con suerte en la vida o no?
Genial, ¿a que sí? Pues eso mismo pienso yo, que más bien no ¡menuda confusión!Ella está encantada y más radiante que nunca, ¡joder parece que le hubiera tocado la lotería! Aunque en cierta forma casi es verdad.
Puestazo, sueldazo, casaza, y cochazo super deportivazo… todo terminado en azo, como su forma de ser, un auténtico chul-azo.
Esta mañana en la oficina estaba con Rafa, el informático, y con el friki de Perico, alias el pollo, de ventas.Habitualmente quedamos en la parte de servidores de la oficina, a ahogar las penas y encontrar soluciones a estos embrollos de vida en los que nos encontramos. Hoy, sin embargo, estábamos de charla en la mesa de Rafa.
De repente aparece por allí el cretino de Alejandro, guiñando ojos y señalando con los dedos en forma de pistola a todo aquel que se encontraba a su paso.Maletín de piel, traje azul, corbata a juego, y flequillo suelto por encima de su ojo derecho. Escoltado por sus sabuesos de oficina, Walter y Sebas. Cariñosamente, los lameculos oficiales.
- Hombre, ¿tu eres el becario? – ha dicho con sorna al pasar a mi altura, con las consecuentes risas impostadas de sus lameculos. - ¡Hey, si señor dedario!- he dicho yo levantándome de la mesa en la que me encontraba sentado y poniéndome cerca para obligarle a mirar hacia arriba, os recuerdo que mido 2 metros, de algo me tenía que valer. En ese instante que le he recordado el por qué es vicepresidente, sonaban a mi espalda las sonrisas de Rafa y el Pollo. - ¿Cómo has dicho? – ha girado su cabeza y el cuerpo una vez que había rebasado mi posición para quedar completamente de frente a mí. Por supuesto con el color moreno de rayos uva tornando a rojo ira.- He dicho, ¡Hey señor Rosario!. Saludándole. ¿Por qué? ¿He cometido alguna infracción? – seamos serios, tener personalidad no implica ser idiota y jugártela para que te dejen de patitas en la calle a la primera de cambio sin un euro.
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-Si, becario. Mi apellido es Rosado, Alejandro Rosado, no Rosario. Si lo de las canastas se te daba tan bien como lo de la memoria entiendo que no sigas jugando – ha dicho atusando su flequillo al tiempo que los lameculos volvían a reírle la gracia.-Perdone Sr. Morado, ya sabe, los golpes con tipos llenos de músculos de más de 120 kilos de peso, que al final trastocan las neuronas – me vine arriba.-Ya lo veo, ya, no es Morado, es Rosado. ¿Quién es tu jefe? –ha preguntado frunciendo el ceño.-Pues creo que uno de ellos es usted. Pero a fin de cuentas, soy el becario, creo que en esta empresa, todos los que trabajan en cierta manera son mis jefes, incluidos los dos que van detrás de usted ahora mismo –he dicho avanzando dos pasos en su dirección, cuando la mano de Rafa se ha posado en mi antebrazo.
En ese momento se empiezan a oír las risas de Erika y Pili por el pasillo. Pocos segundos después aparecen doblando la esquina. Radiante como siempre, con un traje de raya diplomática y una camisa roja entallada, sin enseñar nada, uno se imagina perfectamente lo que tapa esa tela.
Mi mundo en la oficina ... (2ª Parte)
-¿Qué pasa chicos, de tertulia? ¿Qué tal si lo dejáis para el AW? - El After Work, es el bar donde al finalizar la jornada solemos escapar, y algunas veces al café de la mañana- El gran jefe esta hoy de mala leche y como os vea pajareando, luego el grito me lo llevo yo.–El dedario ha sonreído rápidamente dulcificando el gesto, valiente hipócrita mentiroso y embaucador.- No, reina, estoy conociendo a los nuevos, haciéndoles la vida más agradable en esta selva que es la oficina, y prestándonos para cualquier cosa que puedan necesitar. –y girando la cabeza se ha dirigido a mí – Bueno ya sabes, si necesitas cualquier cosa para ponerte al día, mi despacho está abierto para ti todo el tiempo, cuando quieras puedes pasar. Y lo del partido de fútbol, luego me lo explicas en el AW, aunque ya te digo, que fuera del golf y el pádel, no me manejo demasiado.
Será falso el muy…engreído.
Erika sonríe embelesada, con un brillo en la mirada como nunca y le dice:
Mi mundo en la oficina ... (2ª Parte)

-Eres un sol. Si el Gran Jefe hubiera sido así conmigo el primer día, creo que no hubiera sufrido tanto mi piel, y ahora estaría tres veces más joven de lo que estoy – ha comentado dándole un pellizco cariñoso en la cara, al tiempo que le guiña un ojo y se marcha con Pili que escondía su risa nerviosa tras unos informes y sus gafas grandes. -Yo soy más de baloncesto ya sabes –He dicho tratando de llamar la atención de ambos de manera completamente infructuosa porque no me han hecho ningún caso.
Erika y Pili se han alejado pasillo adelante con los ojos de los tres buitres trajeados posados con cara de salidos en su culo. Les faltaba babear.No he podido evitar una honda sensación de rabia subiendo desde el pecho hasta mis orejas al escuchar como les decía en susurros:- Chicos, esta noche me la llevo a cenar después del AW y …. de hoy no pasa, la voy a dar lo suyo. – Y se han alejado riendo hasta los cubiles que llaman despachos.
Al darme la vuelta he visto al Pollo con la boca abierta mirando en la misma dirección en la que se alejaban Erika y Pili. - ¿Qué hacéis? –les he preguntado.- Joder JC, está para darle tres crujidos y medio chico. - ¿Tu que quieres que te grape la cabeza a la mesa o como?. - Ya estamos con las agresividades, chico, si está buena está buena, no me voy a sacar los ojos cada vez que pase ¿no? - Pues la verdad es que tienes razón, Pollo, no te lo voy a negar. Rafa, macho, tanto trabajo para nada ya ves. –He dicho dejándome caer en la silla suspirando-- ¿Y tu has sido deportista profesional macho? Pues pronto te rindes tú. - ¿Y que quieres que haga? ¿Le pego una paliza al pijo este y lo quito de en medio? - Yo conozco a unos rumanos que por un módico precio te hacen un apaño –ha dicho el pollo mientras se atusaba la corbata y le daba un sorbo al café de la maquina que sostenía en la mano. Ambos le hemos mirado con estupor y hemos dicho al mismo tiempo.- ¡Pollo, tío!.- ¡Venga claro!, siempre el Pollo, ¿vaya que no lo habéis pensado vosotros también? - Después del curro nos vemos en el AW. Becario, tu pagas las copas, y pensamos una estrategia. El señorito no se va a salir con la suya, tenemos que hacerle ver a Erika que ese tío solo la quiere para un polvo. Luego, le vas a contar lo que has hecho tu con las cartas y el café, que este sátrapa te ha usurpado la identidad de amante secreto, y ¡bingo! le desenmascaras.- No sé- Mira, si te parece quedo con Pili a comer. Ella podría hacernos de cómplice y convencer a Erika para que vaya sí o sí al AW hoy y así que puedas hablar con ella antes de que el vice se la lleve a cenar y a zumbársela.
Ambos le hemos vuelto a mirar y dándole una colleja cariñosa le he dicho.-Bueno Pollo, hoy si te has traído la cabeza de pensar ¿eh? Buena idea macho. Si no fuera por estas ideas…-¿Qué?-Que sería por otras –le he contestado, y hemos empezado a reír los tres.
El Pollo se fue a comer con Pili. Según le contó, Erika pensaba ir a casa a cambiarse de ropa y ponerse algo mas sexy para su cena con Alejandro. Intentaría convencerla para que fuera al AW. Total, con la camisa insinuante que lleva puesta hoy, ya es mas que suficiente.
Mi mundo en la oficina ... (2ª Parte)

A las 7 PM estaba en la barra del bar de abajo ¿Aparecería Erika? Cada vez que recuerdo que Alejandro solo quiere echarla un polvo, me pongo malo.  ¿Y ella? Con lo inaccesible que es siempre, marcando las distancias en estos temas, y yo sin poder romper esas distancias, si acaso pudiera hacer otra cosa que tartamudear cuando estoy delante de ella, a lo mejor ayudaba.
- ¡Eh! Erika ¿has venido? Genial, así podemos ir desde aquí directamente al restaurante. Nena, he reservado mesa en el Luzy Boom, un lugar de gente chic, como tu – Le ha dicho el carroñero del vice, arrancándole una sonrisa tonta a Erika.
Se ha quitado la coleta, ahora lleva la melena suelta. Desde donde estoy puedo reconocer perfectamente su perfume, que me embriaga sobremanera al punto de hacerme perder la concentración.Absorto en esto, me dice el Pollo:- Macho, se te cae la baba, disimula un poco, que se van a dar cuenta. Pili y yo hemos acordado que en algún momento, se acercará con ella a la barra y entoncesdesapareceremos los dos. Va a ser tu momento. Aprovéchalo o te corto los huevos, porque no se si vas a tener otro.- Eso, sin presión. Muchas gracias pollo. Te voy a decir una cosa, casi prefiero tener el último tiro libre para ganar la final de un mundial ¿eh?
En ese momento he visto como las dos se han levantado hacia la barra. Me he dado la vuelta sobre la barra para continuar bebiendo mi Aquarius de limón como si no supiera de su presencia. Puedo notar como mi corazón se acelera. Me duele el pecho, noto el pulso de mi sien y una presión intracraneal propia del momento. En ese momento suena en el bar Stay with me de Sam Smith. Muy oportuno también.
No dejo de dar pequeños sorbos a mi bebida, pero sigo teniendo la boca completamente seca. Maldita sea, lo que faltaba para terminar las casualidades.
- ¿Qué tal chicos? –es la voz de Pili detrás de mí. Me giro al momento. - Buenas tardes. ¿Cómo están las reinas de la oficina? –dice el Pollo mientras se apoya con el codo en la barra. Al fondo aparece Rafa, entrando por la puerta. - Pues en este momento, con unas ganas enormes de beber algo. Estamos secas. Becario, ¿nos pides algo? - Claro, ¿qué …que tomas…tomáis…toman, tomáis? –digo con una sonrisa estúpida en mi cara, notando como estoy empezando a sudar de nuevo de forma incontrolada. Aflojo el nudo de la corbata. - Ja, ja, ja. ¿Nos vas a conjugar el verbo entero? Yo quiero un Martini Rosso  - dice Erika - con una cereza dentro si tiene Miguelón. ¿Y tu Pili? - Yo quiero una Heineken. Piensa en verde, honey – ha dicho canturreando. Por cierto Perico, ahí está Rafa, acompáñame un segundo que le voy a preguntar a ver que pasa con mi ordenador. Que llevo toda la semana con el Outlook como el culo. –ambos se alejan, este debe ser el momento.
Nos quedamos solos. La miro a los ojos. Está preciosa, como siempre, pero ahora muchísimo más radiante si cabe. No puedo dejar de mirarla. Debo tener una cara de bobo, especial. No sé cuanto tiempo llevo así.
- ¿Tengo algo en la cara JC? –dice Erika sonriendo- No, ¿por qué? Bueno además de ojos y boca y eso…- ¿ojos y boca y eso, se puede ser mas imbécil?- ¿Por qué no dejas de mirarme, como si tuviera una mancha de ketchup en la comisura de los labios? - No, jejeje, perdona, es que, bueno, yo... No sé... Yo quería, comentarte. - Lo tuyo no es precisamente la elocuencia ¿verdad? – ha vuelto a decir mientras se tapaba la boca al tiempo que reía. - Sí, bueno. No yo te quería comentar, sobre los mensajes. Bueno de Alejandro - uff qué difícil es esto por dios. En ese momento aparece Miguelón detrás nuestro poniendo las copas encima de la barra y llamando mi atención. ¡Salvado! Me giro a por las copas. Cojo su Martini y me doy la vuelta de nuevo para dárselo. Al ir a entregárselo, mis manos sudorosas por los nervios y su cercanía en mi espalda... en fin, no controlo las distancias y parte del líquido se derrama yendo a parar sobre su camisa. - ¿Pero que haces, JC?
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- Lo siento, lo siento mucho –cojo unas servilletas para limpiar la mancha antes de que cale más. - Déjame hombre –ha dicho echándose hacia atrás y tapándose al instante – ¿me manchas y encima me tocas las tetas? –me ha mirado en ese momento con un desprecio que me ha dejado sin aire en los pulmones. Rompiendo mi corazón en pequeños pedazos, que se han ido al aire. 
Acompañando la escena suena Me vuelvo un cobarde de Christian Daniel. Me gustaría saber si esto forma parte de alguna comedia que está escribiendo alguien sin que yo lo sepa, básicamente porque puñetera la gracia que esto tiene.

- ¿Pasa algo, nena? –el que faltaba.- No nada, un pequeño accidente. Se ha caído un poquito de Martini encima de la camisa. No puedo ir así a cenar, tengo que cambiarme. - No te preocupes te acerco en un momento y nos vamos – se lo ha dicho acercándose a ella y dándole un beso delante mío. Las manos me temblaban, un frío gélido ha recorrido mi espalda y el local de repente se ha hecho enorme, y yo me he convertido en un ser tremendamente pequeño entre tanta inmensidad.
Han desaparecido cogiendo sus abrigos y marchando del local con la mano del sátiro en su cintura sin decir nada a nadie, salvo un beso que le ha dado Erika a Pili que veía toda la escena con Perico y Rafa cerca de la puerta de salida. Sonaba acompañando la escena What a Creation de J. Balvin. El gracioso del DJ.

Me giro sobre la barra, dejo las servilletas y me miro en el espejo donde se apilan cuidadosamente las botellas.
- ¿Qué pasa chavalote? –Acude Miguelón.- Que soy gilipollas Miguelón. - Bueno hombre, ya será menos. No te preocupes, todos tenemos momentos de esos. Ya se te pasará. ¿Te pongo algo? Esta va de cuenta de la casa venga.- Ponme un vodka, si.- ¿Un vodka? Si tu no bebes.- ¿Conoces un momento mejor para empezar?
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Se ha dado la vuelta, ha puesto un vaso encima de la barra con un posavasos nuevo debajo y ha cogido la botella del vodka, mientras servía me miraba meneando la cabeza a uno y otro lado en señal de negación. 
Escrito por J.C. Sanchez de EscriViviendo*************************************************************¿Qué pasará con esta historia? ¿Se dará cuenta Erika de las auténticas intenciones de Alejandro? ¿Confesará algún día JC que está enamorado?¿Os gustaría escuchar la respuesta a estas preguntas con nuestras propias voces, en vez de leerlo?
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