he sido una lectora apasionada desde que tengo memoria, de las de linterna debajo de las sábanas.
recuerdo entrar en la biblioteca de mi colegio con auténtica emoción, siempre pensando que iba a encontrar EL LIBRO, o si no, al menos, un nuevo volumen de “Los 5», “Puck» o, lo mejor que me podía pasar, nuevo libro de “Elige tu propia aventura». ¿se le podía pedir más a la vida? .
y cuando me convertí en madre, digamos que no di opción en mi mente a que la sangre de mi sangre no fuera igual. craso error.
hemos ido a la biblioteca pública del barrio desde que antes de que aprendiese a leer. hemos llevado a casa todo tipo de libros y cuentos, de todas las temáticas y formatos. muy de acuerdo con lo que escuché aquí, jamás he condicionado que eligiera un libro por la edad recomendada, ni por la temática, ni por el escritor (también hemos tenido libros “escritos» por influencers como “Las Ratitas»… ¿qué no se hace por un hijo?)
pero nada cuajaba. “¡ay este qué chulo, mami, me encanta!» una tarde nos duraba la alegría, luego, al olvido.
reconozco que he desesperado un poco sintiendo que algo hacía mal, pero sin entender el qué. yo leo, ella me ve, vamos a la biblioteca con asiduidad… ¿por qué mi niña no lee?
llegué a la conclusión de que a algunos niños (mi hija entre ellos) les pasa con los libros como a muchos adultos con la fruta: que saben que en el fondo les gustara, pero les da pereza ponerse.
así que, decidí que paciencia y constancia debería ser mis compañeras en este viaje, y ser ejemplo, porque como ya comentamos en su momento, no importa si no te escuchan, tus hijos te observan todo el tiempo.
y oiga, que no es que se haya convertido en una ratona de biblioteca, ¡pero que mi hija ya lee!
quizá solo era cuestión de madurez, pero ocho años después ha puesto fin a mi sufrimiento, y no solo empieza, sino que acaba los libros, y los disfruta, y lee a veces hasta por calle (si veis un reguero de baba, soy yo).
así que hay esperanza para aquellos que creéis que vuestros hijos nunca leerán.
aunque os digo una cosa: hay niños que no leerán nunca, que para gustos colores, y tenemos que estar preparados por si alguno es nuestro.
y si es el caso, seguro que algún libro encontramos que nos ayude a sobrellevarlo con la mayor dignidad posible.
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Karate Blazers
Puzzle De Bloques
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