Escribir en el blog es para mí un momento de liberación, de poder expresar mis sentimientos, dudas e inquietudes, pero también mis alegrías y experiencias positivas, mis vivencias en esto de la maternidad. Todo empezó hace más de 4 años, cuando decidí aparcar momentáneamente mi trabajo como enfermera en post de la crianza de mi hija. En este tiempo, el blog ha ido creciendo gracias a personas como vosotros, que estáis ahí detrás, leyendo lo que escribo y dándome vuestro apoyo. Sigo sorprendiéndome cada vez que alguien me deja un comentario positivo o me manda un mail con palabras de agradecimiento. También me sorprendo, pero negativamente, cuando alguien me pone a caer de un guindo o decide atacarme gratuitamente por algo que no le ha gustado. Que digo yo, que es lógico que haya opiniones para todos los gustos, pero oye, si no te gusta lo que escribo, no lo leas, o simplemente, puedes dejarme una opinión al respecto sin tener que recurrir al insulto o a la violencia verbal. En fin, gente hay de todos los tipos y en ocasiones, sé que me expongo al ataque. Pero la norma general es la otra, la de personas que me leen, que les gusta lo que digo, la de personas como vosotros, que hacéis que esto sea una ilusión cada día.
Últimamente, la cosa ha decaído un poco. No porque no quiera escribir, sino porque a veces siento que no tengo mucho que contar. Ya quemé las etapas de lactancia y portabebés que tanto me gustaban y que tanto y tanto me dieron para escribir. Ahora me encuentro en casa con un adolescente, que a veces me quita el sueño y otras me hace morir de la risa y con una pequeña terremoto de casi 5 años, con una personalidad y un genio que ya quisieran muchos. Muchas veces no sé qué contar. Otras, las historias simplemente se acumulan en mi mente y en mi cuaderno de apuntes, o quedan en archivos incompletos, esperando el momento de salir a la luz. Y es que, como a todas las madres y padres, por supuesto, las horas del día se me quedan cortas. Y la mayoría de las noches, cuando por fin bajo el ritmo y tengo tiempo libre, estoy tan cansada que sólo me apetece quedarme tirada un rato en el sofá, descansando cuerpo y mente, ya me perdonaréis.
Siempre he escrito por placer. Y si una cosa tengo clara es que mi escritura es normalita, nunca publicaré un best seller. Jamás pretendí ser famosa y rica a costa de esto (risas entre el público
), sólo compartir algunos momentos de mi vida, sin aspirar a más. Por eso, mi sorpresa ha sido mayúscula estos días.Como cada año, Madresfera, una gran familia de blogs relacionados con la maternidad y el mundo infantil, que cuenta actualmente con más de 3700 blogs inscritos, ha organizado los Premios Madresfera 2016. En este concurso, se premia a los mejores blogs en distintas categorías relacionadas con el tema. Y mi sorpresa llegó al recibir un correo en el que se me comunicaba que estaba nominada en la categoría “Embarazo y Crianza”. ¡Imaginad mi cara al pensar que alguien, alguna de las personas que lee mi blog, me ha creído merecedora de optar a un premio y hasta se ha tomado la molestia de nominarme!
Evidentemente, no aspiro a nada, asumo con toda naturalidad que hay madres y padres que escriben verdaderas maravillas, que dedican muchísimo tiempo y esfuerzo a cuidar sus blogs y que merecen ganar este concurso mucho más que yo.
Pero…ya que estamos, ya que mi nombre está en una lista, ¿por qué no aprovechar el momento y pediros una ayudita? La verdad, mirar esta mañana la lista de los blogs nominados y ver que estaba entre los 75 primeros, ha sido un subidón, oye, que una se alegra con bien poco.
Así que si te gusta lo que escribo, si alguna vez te has sentido identificada con algo o te he ayudado en parte, pero sobre todo, si te apetece, me harías muy feliz si votases en el siguiente enlace por mi blog. Se podrá votar hasta el 5 de Febrero antes de la media noche. Para emitir el voto, es necesario una dirección de correo válida donde llegará un enlace para verificar el voto y que cuente.
¡Muchas gracias por estar ahí!