Cuando
en 2012 Francisco Portela –del blog Un
lector indiscreto- tuvo la gentileza de organizar una lectura conjunta,
con personas que en conocía de otros blogs, para comentar mi novela Acantilados
de Howth, me llegué la grata sorpresa de que las reseñas de mi primera
novela publicada -en estos blogs- fueron bastante elogiosos. Gracias a los
comentarios que los lectores de los blogs en los que iban apareciendo las
reseñas dejaban allí, pude percatarme de varias cosas relevantes: no todo el
mundo usa para elegir los libros que lee los mismos criterios que yo, que
suelen basarse en la fiabilidad de la editorial que edita el libro (si se trata
de novedades) y en la posición del autor dentro del canon crítico si se trata
de autores consagrados.
Muchas
personas, al valorar novedades, se fían de las reseñas que encuentran en blogs
(yo también); pero además juzgan un libro por su portada y por la sinopsis de
su contraportada. Alguna persona comentaba, en los blogs citados, que había
leído reseñas positivas sobre mi libro, pero no se había decidido a acercarse a
él porque no le gustaba la portada o porque no le había convencido la sinopsis
de la contraportada.
La
portada de Acantilados de Howth la
hicieron los editores de Baile del Sol
a partir de unas fotografías que yo les envié, tomadas por mi hermano en
Irlanda con una cámara de no demasiada calidad. El resumen de la contraportada
lo escribí yo, y traté de mostrar el contenido del libro sin hacer demasiado énfasis
en lo contado.
Cuando
hace años leía las sinopsis de los libros no sabía -como sí sé ahora- que la
mayoría de ellas las suele escribir el propio autor. Es decir, que cuando usted
lee en la sinopsis de un libro que esa novela tiene “un ritmo trepidante”, “es
una historia inolvidable”, “es una maravillosa novela”, etc., o mejor aún, el
clásico “X es uno de los mejores escritores de su generación”; esos maravillosos, trepidantes e inolvidables
son adjetivos que otorga el autor (uno de los mejores escritores de su
generación) a su propia novela.
Esta
vez, al publicar mi segunda portada, he tratado de cuidar más los detalles.
Creo que la portada de El hombre ajeno
es mucho más atractiva que la de Acantilados
de Howth. Y esta portada de El hombre
ajeno, con ese avión antiguo que parece querer abandonar el libro, es mucho
más sugerente que la primera portada propuesta por el diseñador de la editorial.
Y la idea del diseñador no era mala, en la primera versión de la portada
aparecía una bandera formada por tres adoquines (azul, blanco, azul), que
simbolizaba la dureza de la guerra de El Salvador (un elemento importante en la
novela); pero, aunque el juego metafórico me gustaba, me parecía que se estaba
produciendo un error de marketing, ¿cuántos posibles lectores españoles iban a
reconocer de un vistazo los colores de la bandera de El Salvador?
El
avión de la portada es mucho más sugerente y encierra un misterio, ¿por qué
esta novela de título tan existencialista, y cuyo protagonista es un mostoleño
de principios del siglo XXI, tiene un avión antiguo en la portada?
He
tratado también de escribir un texto más sugerente para la sinopsis, esquivando
siempre calificar a mi novela con adjetivos que considero que han de serle
adjudicados desde fuera. He hablando también en este resumen de las influencias
literarias bajos las que escribí la novela. Espero que la presentación de El hombre ajeno haya mejorado respecto a
Acantilados de Howth, así como también
espero (por supuesto) que haya mejorado la escritura en sí misma.
Dejo
aquí las dos portadas y las dos sinopsis para que el lector pueda juzgar por sí
mismo:
Portada de El hombre ajeno:
Sinopsis de El hombre ajeno:
¿Es
el salvadoreño Héctor Meier Peláez uno de los más grandes poetas ocultos de las
últimas décadas? ¿O es más bien un guerrillero sanguinario, muerto
prematuramente en la vorágine de la violencia centroamericana?
Juan
Linares, que ha dedicado varios años a investigar la vida y la obra del
salvadoreño, se inclina por la primera opción, aunque frente a sí mismo ha de
reconocer que, además de la obra de Meier, también le fascina su estrecha
relación con la violencia.
Mientras compagina sus investigaciones
literarias con un trabajo de carga y descarga de camiones en una nave industrial,
Juan tendrá la oportunidad de indagar en su relación conflictiva con los hechos
violentos que marcaron el fin de su infancia.
Deudora
de algunos de los más relevantes escritores hispanoamericanos de los últimos
años, como Roberto Bolaño o Rodrigo Rey Rosa, El hombre ajeno construye una trama detectivesca en la que el
protagonista busca, en la biografía de un poeta maldito, las pistas para
entender su propia vida.
Portada de Acantilados de Howth:
Sinopsis de Acantilados de Howth:
Howth es un
pueblo pesquero situado al norte de la bahía de Dublín. Las vistas que brinda
un paseo por sus acantilados han sido descritas por el escritor H. G. Wells
como de las más bellas del mundo. Para Ricardo, el narrador de esta historia,
Howth supone además el punto de fuga hacia el que con frecuencia se evade su
memoria y su nostalgia.
Ricardo,
doblemente licenciado en Administración y Dirección de Empresas y en CC.
Económicas, poeta casi por accidente, llegó a Dublín a punto de cumplir los
veinticinco años con la idea de perfeccionar el inglés durante seis meses, sin
saber que la ciudad y las personas que iba a conocer allí le atraparían durante
más de dos años y medio. Ahora, con treinta años, contable en una empresa del
Campo de las Naciones en Madrid, casado, aunque tal vez a punto de divorciarse,
reflexiona sobre su vida y su pasado, sobre todo lo que dejó en Irlanda y sobre
el transcurso del tiempo.
Una novela sobre
la juventud y su pérdida, sobre los momentos que vivimos sin saber que
configurarán las claves de nuestro futuro.
Firma en la Feria del Libro de Madrid
2014:
Estaré firmando
ejemplares de El hombre ajeno en la caseta
275 (Librería Atticus Finch) el jueves 5 de junio de las 19:00 hasta
las 21:00 horas